You're the reason to keep my heart beating (+18)

La cosas había salido como lo había  pensado y estaba casi segura que él había cumplido con lo se no asesinar, digo casi porque él me había pedido que apagara las luces unos momento y estaba claro que en esos segundos no había podido saber qué había hecho exactamente. Se supone que eso no debía importarme, pero por alguna extraña razón, aunque no quiera mucho a los miembros del régimen, tampoco quería que murieran, después de todo ellos creía que lo que estaban haciendo era lo correcto. Esa noche mientras había guiado a aquel hechicero había podido ver por las cámaras, que él era mucho más hábil se lo que había pensado en un principio, probablemente el régimen no tenía idea de lo que en verdad podía hacer ese hombre y aunque sonara extraño ella prefirió que no lo supieran, pues él podía acabar con la mayoría de los miembros de la insurgencia si quisiera.

Mí único problema era que él había decidido qué estarían más seguro en Escocia, había averiguado que sus empresas se encontraban allí y él quería que fuera hasta ese punto para entregarme a la muchacha. Sabía que no me queda ninguna alternativa más que ir hasta allí, pero… ¿Y si era una trampa? Si él jamás había traicionado a régimen. La verdad no importaba todo lo que pensara, no tenía a nadie que fuera por mí, esto lo había empezado sola y lo iba a terminar sola.

No pretendía pasar mucho tiempo allí, así que solo llevaba una maleta ligera, aunque no estaba segura del porqué, había llevado un par de vestidos, de suponia que solo iba a terminar un negocio, pero la verdad quería verme bien. Había llegado en la madrugada y me había instalado en un pequeño hotel, bastante humilde podría decirse, pero si alguien estuviera siguiéndome, podría ser llamativo que una persona como yo se instalará en un gran hotel, ya se por si era llamativo que hiciera un viaje a Escocia, pero en fin, eso no podía ocultarlo, bueno si, pero necesitaba señal de internet para hackear el sistema se la aerolínea y borrar la información se mí pasaje.

Las mujeres nunca eran puntuales, pero supongo que a mí me gustaba la puntualidad, me había citado a las 7 pm. Llevaba puesto un vestido azul, bastante sobrio, la última vez que había visto a Finnegan, llevaba un vestido más sensual y por poco había caído en su seducción, así que tal vez era mejor llevar algo un poco más tranquilo, él cabello estaba suelto y no me había puesto los lentes que normalmente me daban ese aspecto se chica nerd. Cuando entre a restaurante me encontré con la sorpresa se qué estaba practicamente vacio. La última vez él me había ofrecido vaciar el lugar y yo me había negado, esta vez no me había dado la adopción, sonreí un poco pues no había esperado ese movimiento.

Entre al salon y no pude notarlo a principio, entonces gire distraída viendo el lugar, supongo que él sí me había notado pero no se movió de su lugar, en cambio apareció un hombre que me acompañó hasta la mesa donde él estaba. Contuve el aliento a verlo. Primero había pensado que esa noche dónde nos habíamos conocido el alcohol había tenido efecto en mí y por eso había pensado que era tan atractivo, pero en ese momento no había tomado una gota de alcohol y sin embargo me parecía un hombre sensual. Tuve que recordarme varias veces que no era una cita y mucho menos, solo eran negocios.

A llegar a la mesa sonreí suavemente aunque seguramente ya estaba avergonzada por estar pensando en él como hombre -Señor McArden, un placer volver a verlo- Dije estirando la  hacía en, mientras apretaba mi pequeño bolso con la otra. Mire sus ojos y no pude evitar pensar que su mirada era sensual. Gracias a Dios él no podía leer los pensamientos, le dije mientras me sentaba frente a él y esperaba que él hombre que me había llevado hasta él de fuera para poder hablar de nuestros asuntos.

No pude evitar sonreír al escuchar sus palabras -No recuerdo haberlo llamado Finn nunca- Dije con cierta picardía -Y creame que recuerdo todo de esa noche- Dije casi sin pensar, pues si había repasado cada momento en mi mente,otra vez me sentí avergonzada ¿Acaso no podía dejar de portarse como una niña? Quise esconder el color de mis mejillas desviando la mirada, cuando trajeron los platos, levanté una ceja, al parecer ya tenía todo preparado. Sirvió un vino en mi copa y por alguna extraña razón no tenía duda de que debía ser un muy buen vino. Entonces estiró su mano hacía mí, por un momento pensé que iba a tocarme y sentí que mi corazón se aceleraba, pero no, sencillamente dejo unas llaves sobre la mesa, lo miré intrigada mientras las tomaba.

Me explicó qué eran las llaves se dónde se encontraba la muchacha y me llamó por mi nombre. Sonreí tontamente, me gustaba cómo sonaba mi nombre en sus labios ¿Recuerdas qué no es una cita? Concéntrate en la chica! Me dije a mí misma, pero no pude hacerlo simplemente él tenía algo y yo quería saber ¿Qué era eso qué me llamaba tanto de él? Guarde la llave en mi bolso. Sabía que lo más lógico es que me fuera, pero mire mi plato y entonces dejé el bolso a mí lado y tome los cubiertos y dije -Espero que sí- ¿Que haces Felicity? Vete, ya lograste lo que querías, ahora toma tu bolso y aléjate del peligro, me decía mi mente, pero había algo que me decía que en realidad no corría peligro a su lado, tal vez él pensamiento sé que él tenía luz adentro, no lo sabía pero iba a averiguarlo, después de todo los misterios estaban para resolverlos.

Había clavado sus ojos en mí y yo simplemente me sonrojé, él me miraba distinto a cómo me miraban los otros hombres, entonces sonrió y yo lo hice a la par se él, no supe porqué exactamente, sencillamente me había salido, era un a sonrisa tímida que tenía que ocultar pero no pude. Estuve a punto de preguntarle si sucedía algo pero él habló primero, hablo de mí vestido y se cómo resaltaba mis ojos, sin notarlo ya me había sonrojado se vuelta. Si seguía así iba a parecer una niña tonta, así que tosió suavemente y dije intentando sonar segura -Gracias, tu también te ves bien- Entonces tomé mi copa y bebí un poco, la última vez que había bebido con había propuesto un brindis, pero ahora necesitaba un trago.

Mire mi plato y corte un pedazo de carne, no sabía exactamente por qué seguía allí ni se qué hablar pues de suponían que eran negocios, pero la verdad ya habíamos terminado nuestros negocios. Supongo que solo fueron unos segundos los que estuvimos en silencio, pero a mí me habían resultado una eternidad -Dios- Las palabras eran casi hacía mí, pero la deje salir igual -No tengo idea porqué me quedo ¿No se supone que solo son negocios?- Le pregunté a él, aunque no esperaba una respuesta.

Note que los mozos me miraban un poco sorprendidos a lo lejos, no supe bien si era porque nadie era tan sincera con él o porqué había dado por sentado que esto no era una cena de negocios. Volví a mirar a mi acompañante que me miraba directamente y por un momento desee saber qué pasaba por su mente -Yo siempre soy un poco imprudente- Dije con voz suave -Es qué se supone que debo irme, pero no quiero- está bien yo solía ser un poco más tímida, pero en ese momento sencillamente fue honesta.

Su rostro no me decía nada, tomó la copa y bebió de su vino. No es qué hubiera esperado una respuesta a lo que había preguntado, eso había sido más un comentario para mí que para él, pero había algo en sus ojos cuando lo dije, no estaba segura de que fuera, simplemente fue un pequeño brillo que me pareció ver cuando dije que quería quedarme.Probablemente me había vuelto loca, está bien él era atractivo y no solo físicamente, también lo era en su forma de hablar de moverse, incluso en su forma se mirarme, pero no es que no me haya cruzado con tipo atractivos antes. Él tenía algo más.

Suspiro y me dijo algo que me hizo sonreír suavemente Supongo que puedo quedarme un rato- Dije con sencillez, bueno al parecer había decidido quedarme y quería convencerme que era para resolver el misterio, pero la verdad que lo hacía porque quería. Quería estar con él ahí y quería que me mirara de esa manera, no me importaba lo peligroso que eso pudiera llegar a ser. Él me miraba como si analiza algo de mí, pero a mí me ponía un poco nerviosa cuando clavaba sus ojos en mí y a la vez me hacía sentir un poco… La verdad no estaba segura sé cómo describir la manera en la que me sentía cuando sus ojos se posaban en mí.

Él comenzó a hablar y yo reí suavemente cuando de contradijo él mismo, pues me recordó un poco a mí hablando. Me dijo que yo había hecho algo en y estaba a punto de responder cuando siguió hablando, me dijo que no debió haber aceptado, entonces me puse sería, quizás lo había hecho ponerse en un riesgo grande, quizás eso era mi culpa, pero todos mis pensamientos se borraron cuando dijo que él había ordenado tomar a la niña.  En ese momento, todo rastro de mí sonrisa se perdió ¿Él me había tomado se idiota? Me había hecho venir ¿Para qué? ¿Era una trampa? -¿Esto es un juego?- Le dije siendo completamente directa

Lo vi seguir comiendo y me sentí molesta ¿Cómo podía sentirse tan tranquilo? No, la verdad es que yo había sido la idiota que había confiado en él. Pero lo que dijo a continuación me dejó helada ¿Calculadora?¿Perfecta? Él hombre estaba hablando de mí o de había equivocado completamente. Esquivo mi mirada y por un momento me pareció arrepentido se algo, pero no era posible, él ya había dicho que todo eso lo había hecho él.

Tome mi bolso dispuesta a largarme de allí, pero su voz sonó triste “Te falle, Felicity” Lo mire directamente a  los ojos pero me quedé inmóvil, Fue él quien esquivó mi mirada y me confesó haber asesinado. Trague en seco pues no había tenido que hacerlo y aún así lo había hecho. Él era un asesino y por alguna razón yo había querido engañarme pensando qué sería honesto. Respire con profundidad y moví mi silla hacia atrás para levantarme, pero él dijo algo más. Me quedé mirándolo unos segundos

-Yo no soy nadie- Dije interrumpiendo el silencio que se había creado entre nosotros -Pero dedico cada día se mi vida, para cambiar el mundo qué se está pudriendo, pensé que quizás a pesar de ser un asesino, tenias honor, me diste tu palabra y ahora la sangre del hombre qué asesinaste también está en mis manos- Pareció sorprendido o es lo que creí, tal vez no esperaba que fuera así se directa, yo normalmente era muy tímida.

Me parese mi lugar y me gire para salir, pero no pude irme, apreté mi mandíbula y dije -¿Esto fue un engaño para el régimen?- Entonces lo mire, sus ojos de cautivaron a pesar de todo lo que había dicho, esa tristeza en su rostro solo hacía que quisiera besarlo y decirle que todo cambiaría. Tomé mi copa y bebí estando aún parada -¿Por Qué me dices esto?- Mi voz sonó un poco triste y tosí un poco y me volví a sentar ¿Qué haces Felicity? Te volviste loca, vete ahora. Me dijo mi mente, pero sabía que no iba a hacerlo, quería respuestas

Lo mire a los ojos y dije -Hace algunos años me crucé con un justiciero, yo solo era una chica que era buena con las computadoras, pero él me enseñó que todos podían hacer algo para un bien mayor, esta guerra lo alejo, pero yo decidí seguir con su legado- Volví a tomar de mí vino y dije -Quiero que entiendas que esto no de trata se los bandos, lo hago para recuperar valores y ahora ahí sangre en mis manos- Mi voz sonaba triste -Fui yo quien creyó que podía cambiar un poco, hacer un pequeñísima diferencia para él mundo y quizás para ti- Me sonrojo pues lo último no había planeado decirlo.

Nos habíamos quedado callados, y en esos momento solo imagine que él buscaba las palabras, pero no era lógico, él era un hombre importante, sabía tratar a las mujeres, así que no le sería difícil encontrar palabras seductoras para intentar tranquilizarme, pero ¿Yo deber estaba molesta? Oliver asesinaba cuando era necesario y yo jamás lo había juzgado por eso, pero esto era completamente diferente a Oliver y las situaciones que yo había vivido con él.  Tenía muchos pensamientos y no podía conectarlo, así qué había decidido esperar a que él hablara. Mi plato estaba prácticamente intacto y yo no pude evitar pensar que seguramente todo era delicioso, pero ahora no podía tragar nada.

Me miró a los ojos y comenzó a hablar, parecía no estar acostumbrado a decir la verdad o lo que se verdad pensaba, así que guarde silencio, a veces él me recordaba a mí cuando hablaba, pero era una locura pensar que yo podía ponerlo nervioso. Me dijo que en mis manos no había sangre -Señor McArden si yo no le hubiera pedido eso, ese hombre aún respiraba- Dije sin intención de hacerlo sentir culpable, era simplemente la verdad. LLamándolo por su apellido había intentado poner una distancia, más para mí que para él, pero lo vi estirar su mano y arrepentirse, me odie en ese momento y no supe porqué.

-De porqué la capturó y también de que tiene una familia que la busca y con la que voy a reunirme- Dije totalmente segura, me dijo que había logrado un cambio en él y aunque era ingenua de mí parte le creí, después de todo él estaba diciendo la verdad, no tenía sentido pero era verdad.

Fue cuando me tomo la mano, mis ojos se dirigieron allí y sentí que el corazón me latia fuerte, él dijo algo que no logre entender, entonces lo mire un poco intrigada -Finn… Yo- Era la primera vez que lo había llamado como él me había pedido y ni siquiera lo había notado -No puedo entender qué quieres decir. ¿En qué momento un negocio de había vuelto tal personal? La verdad no sabía y tampoco sabía hasta dónde llegaría, pero iba a averiguarlo.

Lo que dijo no tenía sentido, él me veía se una manera muy distinta, él creía que yo era una mujer segura y fuerte y por más que lo intentara esas nunca serian mis cualidades. Me soltó la mano y guardó silencio, yo también lo hice, primero pensé en decirle que no había ido a ese lugar para que me jugaron ese tipo de broma, y luego pensé que quizás él intentaba decirme algo más -¿Tú confías en mí? - No era una pregunta para él, era una pregunta para mí, que yo sentía lo mismo hacía él, yo había confiado en él , en su palabra y en ese mismo instante a no irme cuando había pensado que podía ser una trampa del régimen.

Él se había quedado esperando mi reacción, pero yo no sabía qué decir, por una parte quería besarlo, quería quedarme con él y otra parte sabía que todo era muy peligroso. Mire el lugar y sonreí suavemente -Me gusta la arquitectura gótica- Si sabía que no tenía nada que ver, pero qué le iba a decir “Finn me importa un carajo lo que hiciste por qué me derrito cada vez que me miras y solo puedo pensar en besarte” Está bien que yo hablaba se más, pero no iba a hacer eso exactamente. Tome la botella de vino y nos volví a servir, ya que no había palabras para explicar lo que pasaba por mi cabeza, sencillamente decidí seguir adelante con aquella cena, qué definitivamente no era algo sé negocios.

Tomé mi copa y dije, mientras me acomodaba en el asiento -¿Hay alguna otra cosa por la que tenga que salir corriendo?- Entonces esta vez reí suavemente, yo jamás había sido de las mujeres más valientes, pero eso había sonado hasta desinteresado. Mis ojos evitaron el contacto después de haber notado eso y mordí suavemente su labio -Osea ya eres un asesino y miembro del régimen, con poderes bastante impresionante ¿Qué más puedes tener?- Dije sin medir mis palabras y automáticamente me sonroje.

Era un poco extraño confiar en alguien que segun la logica estaba muy lejos de ser confiable. Pero ahí estaba yo, cenando con un hombre que era mortal y peligros. Mi mente intentaba dar una explicación lógica a lo que estaba haciendo, a por qué me había quedado después se lo que me había dicho, pero la verdad es que no la tenía, no tenía una explicación lógica, simplemente habia querido hacerlo. Quería quedarme ahí, porque quería conocerlo, saber cosas de él, cosas que no importaban en los negocios, como si a él también le gustaba ese tipo de arquitectura o si de derretía por él chocolate como yo, ese tipo de cosas que a nadie le importaba en el mundo en él que él vivía, pero que a mí me parecen importantísimas.

No había esperado que me contestara, pero me repitio que confiaba en mí y yo no pude evitar sonreír. No podía preguntarme ¿porqué me sonrojaba? o ¿por qué sonreía como una tonta? Pues honestamente los hombres no me miraban como él, no es que nunca hubiera tenido a alguien en mí vida, pero él, él había tenido a muchas mujeres y podía apostar todo lo que tenía a qué había sido mujeres sensuales y peligrosas, otras poderosas, pero ninguna tímida y distraída como yo. Lo vi beber se su copa y me perdí en la figura se sus labios ¿Porqué tenía que verse tan bien?¿Porque ? Me había quedado en silencio pues aún esperaba que me dijera si había algo que tuviera que saber y cuando pareció que iba a hablar, él mesero apareció. Reí suavemente pues aunque Finnegan de comportara, en sus ojos pareció un poco molesto por la interrupción. El mesero retirar nuestros platos y yo volví a mirar al hombre que en ese momento, aunque él no lo supiera, había hecho que perdiera cualquier rastro de cordura con solo mirarme.

Sus palabras volvieron a ser confusas y yo simplemente sonreí, no sabía porque, pero tenía la impresión que él se había puesto nervioso, aunque eso era una locura, solo pensamientos mío. Agradecí a Dios qué hubiera una mesa entre nosotros pues sino probablemente me hubiera lanzado a sus brazos para besarlo con pasión. Claro que todo eso estaba en mí mente, por fuera intentaba comportarme como una dama. Él parecía pensativo y por fin pude comprender que no era solo yo la que se sentía extraña, para él también había algo de nuevo en esto.

En un principio había pensado que él me quería llevar a la cama como a cualquier otra mujer, pero en ese momento comenzaba a entender que si él hubiera querido eso, probablemente lo hubiera tomado y nada más, pero no, se había tomado el trabajo se preparar algo y se ser sincero conmigo. Fue cuando comenzó a hablar, esta vez eran palabras firme y seguras, lo que por alguna razón me hizo sentir acalorada. Dijo que lo más peligroso para mí era lo que yo provocaba en y él y sencillamente me volví a sonrojar, pero esta vez sonreí, me gustaba lo que él me decía.

Las palabras que lo siguieron me dejaron completamente en silencio ¿Era mi imaginacion o él acababa de decir que solo le importaba yo? Eso era una completa locura, él no sabía nada de mí y a parecer yo tampoco había sabido mucho de él. No tenía sentido que  nos sintiéramos así -Finnegan yo- Dije con voz temblorosa -Es una locura que diga eso, no sabe nada de mí- Quizás trataba de convencerme a mí misma más que a él. Pero mire mire sus ojos, había tanta convicción en ellos que yo sentí que me derretia por dentro -Bueno no es una locura la atracción, eso es pura química, lo que es una locura es que diga que no piensa en otra persona-Hay estaba, había hablado apresuradamente y también había demostrado mí inseguridad ¡Bien hecho Fel, no sirves para negociante y mucho menos para mujer sensual! Me dije a mí misma.

Tomé mi copa y volví a beber de ella, a ese paso terminaría mal con él alcohol -Finnegan desde que te conocí no pude ocultar mi obvia atracción - ¿Desde cuando lo trataba se tu? -Pero después se lo que me dijiste recien debería haberme ido, aunque la verdad comienzo a pensar qué despiertas algo más que atracción en mí- Genial el alcohol comenzaba a desinhibirse otra vez, lo bueno es que lo había notado y que quizás podría controlarme -¿No es una locura? Tu eres un asesino y miembro del régimen y en cambio yo soy una chica que intenta hacer algo para cambiar el mundo y honestamente ni siquiera soy buena para coquetear- ¡Callate Felicity!Fue automáticamente qué me sonroje y baje mi vista.

Se paró automáticamente cuando termine de hablar. Probablemente se me había pasado la mano con lo que había dicho y alguna cosa lo había ofendido, pero no fue así, él tomó mi mano y la beso, su mirada estaba clavada en mis ojos y yo sonreía a la par se él. Por primera vez el hecho se hablarse más me había ayudado, pues parecía que él pensaba lo mismo que yo. Entrelazo sus dedos con los míos y yo intenta respirar profundo, no entendía por qué él hacía qué de agitara mi respiración con solo tomar mi mano, pero lo estaba logrando. Sentí un vuelco en el corazón cuando dijo que era más que química, una cosa es sospechar algo y otra muy grande es que se confirme.

De acercó a mí y yo solo podía mirar sus ojos seductores ¿Dónde se había ido mi cerebro? Probablemente se vacaciones, porqué no podía pensar nada, simplemente actuaba según mis sentimientos. Él habló de todo lo que veía en mí y yo me sentí embobada con él , Era la primera vez que me sentía así cuando un hombre me halagaba, sencillamente creía cada una se sus palabras. Ni siquiera podía negar lo que él decía, pues si él lo decía, algo en mí lo acepta como su fuera la pura realidad.

Su rostro se acercó a mí y pude sentir que mi corazón latía fuerte, era lo que había estado deseando toda la noche, un suave besos se sus labios, pero entonces todo se perdió con el sonido se un teléfono sonando. No era mío, ni siquiera lo había traído, debía ser él se él, por un momento quise que tirara ese movil, pero no lo hizo, probablemente era importante así así que suspire cuando atendió.

El tono de su voz cambió, e incluso la mira de le endureció. Había estado soñando por unos minutos y era hora de volver a la realidad. Escuche cada palabra que decía. Alguien lo había llamado por la chica y sabían dónde estaba, Me levanté de mi asiento, tenía que haber una manera de sacarla de allí. Espere a que colgara la llamad y lo mire, estaba dispuesta a seguir sus instrucciones , pero ¿Porque ? Ese rescate era mi asunto no él se él. Sentí una punzada de miedo en  el corazón, pero no por arriesgarme o por lo que podía pasar, sino por lo que él había dicho,  eso se qué había  dejado se ser,  pues aunque  solo había sido un bonito  sueño,  me había  gustado lo que había  sucedido minutos antes y temí  que jamás volviera a suceder.

Él me pidió que fuera a la habitación y yo saqué las llaves de mi bolso entonces dijo que no esperaban que el ataque. Me gire y tome su mano _ Tu no haras eso, solo te sentenciaria- Mi voz sonaba firme y más estratega -Solo los distraerse mientras yo configuro el chip de rastreo-No había sido ninguna pregunta, simplemente esperaba que esta vez me hiciera caso. Estaba a punto de irme cuando me tomo del rostro y me beso, aquel beso fue como el agua en el desierto, como si hubiera necesitado desde el día que nací. Me dijo que me fuera y yo me gire a tomar mi bolso. Antes de salir le dije -No te atrevas a morirte Finnegan McArden o voy a traerte de vuelta y haré que te arrepientas- Entonces salí del salón.

No fue difícil entrar él cuarto se la chica y entre en él, la muchacha se asustó  pero traté de explicarle la situación lo más rápido que pude. Me dejo revisar y encontré el implante en su brazo, estaba debajo de la piel.. Odiaba tener que hacer esas cosas, pero le pedí a la muchacha que fuera valiente y de lo quité, era buena tecnología, no iba a poder a configurarlo, pero si podía borrarlo completamente ¡No! Era mejor desviar la señal, busqué una lap en la habitación, algún teléfono móvil, a fin hallé una, esperaba que no fuera se Finn, por qué no saldría en buen estado. Me llevó más tiempo se lo que pensaba, estaba claro que aquel portatil no estaba en condiciones de ser usado por un hacker, pero al fin logre hacer una coneccion con una cable, desconfigure el chip, mando su señal a unos dos kilómetros del lugar dónde estábamos. La chica estaba temblando a mi lado sin decir una palabra -Saldremos de está- Le dije a la muchacha y coloque una venda sobre él corte que le había hecho. No podía escuchar nada y solo pude pedirle a Dios qué Finnegan estuviera bien.

La chica parecía asustada pero no se movía demasiado, quizás Finnegan la había drogado o aún no entraba en la realidad se lo qué estaba pasando, se cualquier manera eso era bueno para mí podía hacer las cosas sin que tuviera que pelear con una chica que se encontrara histérica. No tenía idea qué estaba planeando hacer Finnegan, bueno era una manera de decir, yo sabía muy bien lo que Finn planeaba, era lo que él hacía, la manera en la que él estaba acostumbrado a resolver todos sus problemas, suspire, pues yo había comenzado todo aquello y ahora Finn iba a mancharse las manos con la sangre de sus compañeros ¿Por Qué hacía todo eso por mí? EStaba claro que los dos sentíamos algo más que atracción, pero ¿Era algo tan fuerte como para arriesgar así su vida por mí?

Se golpe su voz sonó y aunque primero no pude verlo él apareció de la nada, no importaba la situación en la que estábamos, simplemente sonreí a verlo. Estaba a punto de preguntarle si había drogado a la chica que se veía somnolienta a pesar de lo que estaba sucediendo. Me preguntó si logre desviar la señal y asentí con la cabeza -Si hubiera tenido mi equipo sería mejor, pero creo que la lleve a unos dos kilómetros y voy a intentar hacer que se vaya perdiendo- Dije mientras él caminaba hacia mí, entonces se arrodillo frente a mí y dijo algo. Iba a preguntar se qué hablaba pero mire sus ojos, no importaba que fuera él, en sus ojos podía ver más allá de esa fachada se asesinó duro, podía perderme en ellos. Quise volver a besarlo, acariciar su rostro y dejarme llevar sobre las sábanas se esa cama.

Vovi a la realidad cuando me entregó las llaves se auto. Yo escuchaba cada palabra por qué estaba dispuesto a seguirlo y aunque no era lógico iba a hacerlo. Si sabía cuáles iban a ser sus métodos para terminar con él problema, pero esta vez no le podía pedir nada, él ya se había arriesgado mucho por mí y no podía decir más nada. Le di una suave sonrisa con su broma y asentí cuando preguntó si sabía manejar, claro jamás había tenido que salir se huida, pero intentaría no dañar su auto.

Él me dijo cómo se manejaría y yo asenti, parecía estar bastante relajado, esto era lo se él y estaba claro qué se había entrenando por eso. En cambio yo no sabía estar en una batalla frente a frente, ose si había terminado metida en algunas situaciones, pero honestamente no era lo mío. Me dijo que jugaría bajo sus propias reglas y yo trague en seco, sabía de qué se trataba, pero no hice ningún comentario. Luego dijo que su sombra nos avisa y aunque no supe de qué se trataba asenti, supuse que entendería la señal en su momento.

Cuando él se paró listo para irse yo tomé su mano, no sabía ni porqué lo estaba haciendo , pero quería verlo unos segundos más. Esta vez fui yo la que se acercó a él y acarició su rostro. Quizás corríamos con suerte y podemos salir todos se allí, pero quizás no, el hecho es que no importaba, yo solo sentía que debía hacerlo. Suavemente me acerqué a él y bese sus labios, fue un suave beso pero no por eso con menos sentimientos- Luego lo solté, no sabía por qué pero sentí pánico se que algo le pasara, aunque supe disimularlo, con cada paso que daba fuera de la habitación yo sentía más temor, pero esta vez no era por toda la situación, era temor de no volver a verlo.

En cuanto salí de la habitación, pude sentir ese silencio que siempre anunciaba la calma. Mire a la niña y me acerque a ella. Había comenzado a tiritar, revise la herida que le había hecho en el brazo, esperaba que no se le infectara -Nos iremos enseguida y te llevare con tu familia- No era una suposición, era una promesa que le hacia-. La chica me miró esperanzada, aunque aún parecía atontada. Ya no me quedaban dudas se qué Finnegan le había dado algo.

No podía saber qué sucedía afuera y estaba segura que Finn tampoco me dejaría verlo, por alguna razón sabía que él era un caballero y qué no le gustaría que viera cómo asesinaba personas. Todo estaba tan silencioso que no podía creerlo. A lo lejo podía sentir las voces suaves y entre ella pude distinguir su voz. De me acelera el corazón se solo pensar que era yo quién lo había metido en esa situación. Me había parado se la cama y caminaba por la habitación, no era una costumbre mia mostrar así mis nervios, pero me sentía completamente impotente de no poder ayudarle de ninguna manera, si hubiera podido cortar las luces del edificio o algo para que no lo vieran.

Me mente se despertó en ese momento, todos los hoteles se lujos tenían cámaras se seguridad si él asesinaba a sus hermanos, quedaría todo grabado y lo pondría en película. Tome el portatil y me senté en la cama mientras intentaba hackear el sistema de vigilancia, honestamente no fue difícil, no era la seguridad del pentágono, entonces apague las cámaras y borre los registros de los últimos tres días, no podían ni siquiera saber que él se había hospedado allí. Respire profundo, no podía ayudarlo en la batalla pero al menos había logrado eso para él.

Pegue mi cabeza a la puerta y sentí un escalofrío cuando mí parte lógica me dijo que él podía traicionarme, pero la calle en un segundo, sabía que él no iba a hacer eso. Ni siquiera podía decir por qué lo sabía pero lo hacía. Cuando él pidió disculpa el corazón de me paralizo, sabía muy bien lo que iba a hacer, trague en seco y comencé a escuchar sonidos se cuerpo cayéndose, él era rápido y efectivo. Cuando los sonidos cesaron sentí una nalgada en el trasero y no pude evitar sonreír, él lo había logrado y aunque me había golpeado el trasero, en otro momento me lo cobraría.

Tome la llaves del auto y el brazo se la chica para salir, la que por alguna razón parecía más despierta y parecía que comprendía más lo que pasaba. La tome de la mano y abrimos la ´puerta, un haz de luz cubría el piso y yo imaginé qué Finnegan había hecho aquello para que viéramos lo que en verdad podía hacer. En mí mente de lo agradecí su esfuerzo, y me moví con rapidez, tenía que sacar a la muchacha se allí. Pero si todo había terminado ¿Dónde estaba Finnegan? Lo busqué con la vista y mi corazón se paralizó, lo vi tendido en el suelo más allá.

No pensé lo que hacía, simplemente corrí hasta él y caí de rodillas rápidamente a su lado -¡Finn!- Dije con miedo en la voz, la muchacha se había parado junto a mí. En el costado de su abdomen se podía ver una herida y la sangre que brotaba de ella. Me gire a la chica que aún era una adolescente y le dije -Trae el auto- Gracias dios en mí país no enseñaban a conducir cuando aún éramos jóvenes. La chica parecía horrorizada -¡Ahora!- Le gite con fuerza y ella despertó de su pánico, salió corriendo y yo mire a Finn.

Comenzaba a verse pálido y yo corte la parte de abajo se mi vestido para tapar su herida, sabía qué tenía que sacarlo de allí  o el régimen caería sobre nosotros, en ese tipo se situaciones ellos solían reportarse y cuando nadie hablará mandarán a más gente. Recordé que en la habitación, probablemente hubiera un botiquín -No te mueras- le dije mientras acomodaba el trozo de tela sobre su herida. En mis ojos comenzaron a aparecer una lagrimas, pero no era el momento, tenía que ser fuerte para él, tenía que hacer que viviera, más tarde tendría tiempo se llorar.

Toque su rostro solo un segundo y dije -Quedate conmigo Finn, yo te necesito conmigo-Entonces me paré y entre en la habitación del hotel, busqué por todos lados, hasta que haya un pequeño botiquín, esperaba que lo que hubiera allí me ayudara. Volví lo más rápido que pude a él, y sentí pánico a comenzará a ver sus labios oscuro -No por favor- Susurré, entonces la chica volvió, parecía más atenta qué momento anteriores. Entre la dos logramos arrastrarlo hasta la calle, y lo metimos en su auto ¿Donde iba a llevarlo? A mi hotel, era sencillo y bastante descuidado, nadie preguntaría nada y probablemente jamás lo conectan con Finn. Puse el motor a máximo y salí escarbando se ese lugar, jamás pensé que podía ser buena manejando, pero en ese momento no tenía inseguridades, solo tenía una cosa en la mente, salvar a Finn. Él había tenido un excelente gusto en elegir su auto, aunque ahora estaba empapado en sangre, el motor era rápido y nos permitió llegar con rapidez.

En la entrada del hotel había un muchacho, joven y descuidado. Él sencillamente trabajaba allí para pagar algunos gastos. Corrió hasta él y le dije que le daría un millón si me ayuda en esta, no tenía manera de pasar a mí habitación sin que él me viera, pero todos tenían un precio y él no era la excepción. Entre los tres lo llevamos a mí cuarto, era pequeño y la verdad no era muy lindo, pero a menos estaba limpio. Por primera vez agradecí haber robado el dinero sucio se la mafia se Star City, mande a muchacho a comprar unas cosas y con él pequeño botiquín me puse a trabajar en su herida.

La sutura no fue difícil una vez que tuve los implementos que mande a buscar. Pero aún quedaba el problema de que había perdido mucha sangre -Finn si me oyes- Dije con voz suave -Voy a sacarte se está- Entonces recordé que Oliver había hecho una transfusión rudimentaria una vez para ayudar a su amigo y yo simplemente hice lo mismo, no podría darle mucho de mí sangre pero esperaba que fuera suficiente, le agradecí a Dios haber sido factor universal. Cuando sentí que me atontaba, supe qué le había dado lo más qué podía. Rogaba que fuera suficiente. Me senté a su lado y creo que el cansancio por lo que había pasado me trajo la cuenta por qué sentí qué me perdía.

Cuando había trabajado con Oliver, había pensado que tendría que tomar un curso de enfermería, pero honestamente yo no era buena para esas cosas, aunque me había visto obligada a aprender a suturar una herida y aprender algunas cosas. Normalmente esas cosas me descomponen, pero ahora no, quizás había aprendido a aceptarlas o sencillamente Finnegan era más importante que una descompostura. En ese momento solo había tenido miedo a perderlo allí, pues sabía suturar pero no sabía si algún órgano de había visto afectado o si había otra manera. Se cualquier modo es lo que yo había podido hacer por él y no me iba a quedar de brazos cruzados mientras él se desangraba.

Él había hablado con alguien mientras estábamos en el auto y yo solo había entendido que él había armado un plan, y yo agradecí haberme dado cuenta que se lo se las camaras y se haber borrado toda evidencia se que estuvimos allí, bueno a menos toda la que yo podía. Me sentía una estúpida por pensar qué podía hacer algo así, yo era una inexperta y me había metido en algo que estaba muy por arriba mío.¿Cómo podía haber sido tan estúpida? Él moriría por mi culpa y jamás me lo perdonaría.

Su voz sonó suave como si me preguntara algo, muy en la lejanía, pero su tacto parecía tan real, tal vivido, el calor sobre mí bazo. Era un sueño extraño, excepto que no era un sueño, él estaba vivo, esa era su voz. Los ojos me pesaban pero a oír mi nombre en sus labios, abrí mis ojos -¿Finn?- Pregunté saliendo del sueño en él qué me encontraba. Me levanté un poco y lo vi, había tomado color y me miraba raro, como si se encontrara molesto. La verdad me importo muy poco, yo conocía esa expresión, era orgullo herido, lo había visto muchas veces en el rostro se Ollie y ahora la veía en su rostro.

Levanté mi mano y toqué su rostro -¿Está bien?- Dije más que preguntando, afirmandolo para mí, había funcionado, todo lo que había hecho había funcionado, sentí que un peso salía de mí cuerpo, entonces no pude controlarme más, las lágrimas inundaron mi rostro y yo ni siquiera intente con tenerlas, no había manera sé qué pudiera hacerlo, los nervios y el miedo se había acumulado y ahora tenía que dejarlo salir. Me quité los lentes qué me había colocado para suturar e intenta levantarse, no era orgullo, sencillamente no creía tener el derecho de pedirle un abrazo, yo era quién lo había metido en eso.

Camine por la habitación hasta que por fin sentí que podía hablar -Lo siento Finnegan, todo esto es mí culpa- Intentaba no sentir cómo una niña asustada -Yo te pedí que te metieras en esto y ahora te ves obligado a estar aquí, casi mueres- Me giré a mirarlo -Yo debí saber que no podría con esto y puse en riesgo tu vida- No sabía cómo ocultar la tristeza y el enojo que sentía por mí misma, pero a menos era sincera con él.

Me había quedado en silencio, no sabía cómo disculparme con él y aún llevaba mi vestido roto qué se había vuelto aún más corto después de haber cortado la tela para detener la hemorragia-Yo… No creo ser capaz de pagar lo se tu auto- ¡Vaya si que eres idiota! Él casi se muere por tu culpa ¿y tu hablas de su tapizado? Cada vez muestra qué era más inteligente. Me dije a mí misma, si supongo que no tenía mucho autoestima, pero no era el momento se habla se su tapizado.

Trague en seco y me quedé mirándolo un poco derrotada -Tuve miedo- Reconocí con timidez en la voz -Tuve miedo de verte morir Finnegan- Lentamente lo mire -Prometo que en cuanto estes bien, me iré y no te volvere a molestar, de que tengo una deuda contigo y la pagaré el día que me necesites, no importa para qué sea, esta noche casi pierdes tu vida- No me gustaba la idea de que él me llamara para cometer algún delito, pero era lo único que podía hacer para compensarlo

Me senté a los pies de la cama y apoyé los codos en mi rodilla para peinarme un poco el cabello con las manos. Esperaba que él dijera algo, qué le molestara, que me mandara al demonio, cualquier cosa estaba bien, simplemente no quería escuchar más el silencio que gobernaba en la habitación..Sin mirarlo dije -No tengo idea qué es un maids, imagino que es alguna persona que puede curarte por lo que dijiste en el auto, pero te desmayaste y no  sabía qué hacer, así que decidí actuar según lo poco que de, probablemente te deje una cicatriz, pero creo que eso no es un gran problema- Por primera vez note que dónde había colocado la intravenosa estaba cauterizado , me pareció extraño pero no era momento de decir eso -Más allá de eso, habías perdido mucha sangre y aunque alguien hubiera cerrado tu herida, podrías haber muerto desangrado, así que te di un poco de mí sangre y le rogué a Dios qué fuera suficiente-  A merecía una explicación de qué es lo que había hecho con él.

Me quedé mirándolo con esa pregunta, después de todo lo que había dicho, solo preguntó si no había mirado su espalda -Bueno, no te gire para verte, pero creo que vi alguna cicatriz- Dije un poco perpleja por la pregunta. Entonces su manos se llenaron de luz, Me quedé mirándolo fijamente, él era una persona sumamente dotada y lo qué estaba haciendo no lo había visto nunca , el silencio era absoluto y quise tocarlo cuando vi una expresión de dolor, pero me quedé quieta, sin hacer un movimiento, quizás era lo que él necesitaba. Entonces cuando la luz de fue se sus manos el me tomo del mentón y sonrió, suspiré de alivio, él iba a estar bien, a pesar de todo él estaba bien.

Me dijo que jamás volviera a arriesgarme por él y yo simplemente no pude evitar ponerme sería, de qué lo decía por mí bien, pero ¿qué le pasaba a todo el mundo que me decía qué tenía qué hacer? Estaba a punto de responderle cuando me beso, todo mi enojo de escurrio en sus labios, otra vez me perdía en sus besos y no podía entender porque . Sentí que mi cuerpo respondía a calor se sus labios y lleve mi mano hasta su rostro para besarlo, sentía que mi corazón palpitaba fuerte. De separar a pensar unos escasos centímetros y yo quise dejarme caer en esa cama con él cuando volvió a besar mis labio -No me digas qué hacer- Le susurre entre besos.

Entonces se apartó de mí y yo seguí su mirada solo para ver la chica que tenía un vaso de agua. Finn dijo algo y yo lo mire a los ojos -Tu tomas tus decisiones y yo las mías-  Dije con total seguridad, pues a pesar de que él fuera un asesino o lo que fuera yo estaba…Yo estaba ¿Que de él? No tenía una respuesta concreta en ese momento, pero no importó, tampoco pensaba decírselo en ese momento. De recostó en la cama y no pude evitar ver su cuerpo, luego se su pregunta, ahora moría por ver su espalda, pero no era el momento además ¿Qué iba a decirle?Oye, soy muy curiosa y quiero ver tu espalda. ¡Mala idea!

Hablo de la habitación y sonreí -Pensé que dirías algo así, pero aquí nadie nos buscara-Me dijo que estaba protegido con magia y yo abrí la boca para protestar pero en cambio dije -De acuerdo, pero solo si me dejas cuidarte- ¿Por Qué dije eso? Él no necesitaba mi ayuda, eso estaba claro. Tal vez solo fue una mala excusa para estar con él, pero ya lo había dicho, y claro cuando lo note me puse realmente colorada. Trague en seco e iba a contestar cuando note los ojos se la muchacha clavados en él y sonreí, era más que lógico, Finn tenía el cuerpo se un dios y no había quién de resistiera, pero aún así tosi y mire a la niña para que saliera ¿Celos?No ella era una niña, pero aún así no debía mirarlo de esa manera.

Se levantó de la cama y yo lo mire prácticamente con la boca abierta, hacía unos minutos estuvo a borde de la muerte y ahora estaba allí, como si nada hubiera pasado. Me habló de su auto y estiro las manos hacia mí. Supuse que quería las llaves del auto y de las entregue,  tome su mano libre supuse que querría salir de allí, pero yo sonreí, él había conseguido ropa nueva, pero yo aún no. La muchacha había entendido y había salido de la habitación -Tengo que cambiarme- Dije mientras miraba mis piernas y las manchas de sangre que había en ellas. Solté sus manos y fui al baño, no tenía tiempo se una ducha así que me limpie y cuando salí, busqué algo que ponerme.

Entonces lo mire y sonreí -Date la vuelta- Dije haciendo un gesto para que no me mirara, supose que me vería igual, pero a menos no podía decir que yo se lo había permitido. Me puse otro vestido un poco más cómodo y cuando me cambiaba dije -Finn, igual sabrán que estuve allí o la muchacha, hay huella nuestras en todas partes- Sabía que no era el momento se seguir hablando del tema, pero tenía que decírselo. Por un momento quise olvidar todo y que él me tomará en ese mismo momento, comenzaba a entender que Finn me nublaba el pensamiento.

Cuando estuve lista, tome mis cosas y dije -Está bien iremos a donde tu digas, solo hasta que pueda llevar a la chica con su familia- Después de todo no era seguro para esa muchacha seguir aquí. Tome la mano de Finn, me hacía sentir segura -No creas que no voy a volver a hacerlo si es necesario- Dije cuando me miró continúe hablando -Voy a arriesgarme por ti, por qué siento qué es lo correcto para mí- Entonces le di un suave beso, él me había dicho muchas cosas a lo largo de la noche y esta vez fui yo la que hizo una confesión.

Las palabras se Finnegan a veces me sorprendían, no es que no les esperara, sino simplemente él tenía el don de sorprenderme con cada cosa que decía. Mire sus ojos cuando salíamos y reí -Yo no tengo absolutamente nada se heroico y a demás, no importa cuantas veces me lo digas, haré lo que crea correcto y para mí jamás es incorrecto salvar una vida, aunque sea se un asesino - Entonces me detuve unos segundos -Aunque tú mereces más que ser tratado como un asesino- No quería sonar demasiado romántica, así que sencillamente seguí caminando sin prestar más atención a asunto, yo ya había aclarado mi punto.

Note que dejaba dinero sobre él mostrado y estuve a punto de decir que yo había gastado suficiente dinero ahí, pero creí que era mejor callar eso, él ya había sentido su orgullo romperse por lo que yo había hecho, así que era mejor no decir más nada, aunque no pude evitar sonreír tiernamente ¿Por Qué me importaba tanto sus sentimientos? Si él era un poco más que química, pero ¿Me importaba tanto para no querer herirlo ni siquiera se la manera más insignificante? Al parecer así era. Note cómo Finnegan le daba una pequeña sonrisa a la muchacha y yo no pude evitar ponerme seria ¡No seas estúpida! Me grite a mí misma ¡No tienes derecho a ponerte celosa!¡Él NO te pertenece!Mis pensamientos hicieron que tragaba en seco, pues aunque no lo había notado eso era verdad, probablemente esa noche Finnegan consiguiera alguna mujer para compartir su cama.

Sentí cómo se movía el auto pero me había quedado encerrada en mis propios pensamientos. Nuca sabría si me gustaba la velocidad o me ponía los pelos de puntas, pues en ese momento no me importaba, la cena con él había sido un sueño, pero fue un sueño que mi mente de encargo de que despertara de él. Miré de reojo a Finn mientras manejaba ¿Cómo no lo había notado antes? Él era definitivamente un hombre sensual, desde los bellos rasgos en su rostro hasta sus músculos que parecían haber sido tallados por algún artista. La idea de verlo besar otros labios cómo lo había hecho conmigo, hizo que tragara en seco, me sentía molesta, celosa y totalmente estúpida, así que deje se míralo y note el paisaje se fuera.

El terreno en el que habíamos entrados parecía vacío, pero recordé que Finn había dicho que su lugar estaba protegido con magia, así que no me sorprendí al ver que una casa aparecía de golpe. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro por él truco y luego preste atención a los detalles que presentaba la casa, a parecer por las gárgolas en ella, él también disfrutaba de la arquitectura gótica. Espere a que estacionara y luego baje del auto,  no supe bien porque quería bajar, él nos había dado la bienvenida pero yo necesitaba un poco de espacio. No había notado lo callada que me había quedado hasta que encontré sus ojos y nuevamente me sonroje.

Tosí un poco y le di una suave sonrisa -Es muy linda- Le dije refiriéndome a su casa, pero en ese momento me di cuenta que él me había llevado hasta su casa, un lugar que él protegía con magia, un lugar que probablemente no recibiera muchas visitas. La chica estaba absorta entre la casa y él cuerpo se Finnegan, tuve que recordarme varias veces qué debía actuar como una adulta antes se molestarme. Camine hasta donde estaba  Finn y dije -¿Podemos hablar a solas?-Me refería si tenía algún lugar dónde enseñarnos a hablar y luego note que la casa era enorme, estaba claro que sí tenía un lugar así ¿Por Qué no podía dejar de hacer estupideces? Fue cuando note que me sentía cansada, casi mareada. Yo no había comido nada, luego había pasado uno nervios terribles y a final le había dado parte de mí sangre a Finn, sencillamente me había debilitado y ya que yo no disfrutaba de ningún poder , era lógico que me sintiera mal.

Sabía que podía desmayarme, así que me apoye contra él auto, no dije una palabra, no me agradaba la idea de ser una dama en peligro. yo no era así, y no tenía que ser así. Respire profundo y aunque seguramente estaba pálida le di una pequeña sonrisa.

Cómo si las cosas no pudieran empeorar en mi mente aparecieron unas docena mujeres afuera de la casa. En ese momento creí que iba a ahogarme en mis celos. Si está bien, no eran lógico para nada ¿Y a quién le importaba? Estaba completamente celosa por un hombre que había visto dos veces en mi vida, así se ilógica era mi situación, pero tenía que enfrentarla. Me mantuve firme mientras podía. Mire cómo él nos presentaba y tuve que obligarme a hacer una risa forzada, sencillamente querías salir de allí. Pero entonces algunas salieron en ayuda se la mucha y yo mire a Finnegan intrigada.

Él me tomó en sus brazo -Yo puedo caminar- Dije intentando que no se notaran mis celos, pero él dijo algo bastante coherente, él era un hombre entrenado para observar y no tenía sentido qué le discutiera. Me tomé fuerte de su cuello a verlo levantarse y prácticamente escondí mi rostro en su cuello, pues aunque no se lo había dicho las alturas me ponían nerviosa. Todo eso de paso en un segundo cuando él comenzó a hablar. Simplemente sonreí a escuchar lo que él decía, ella no eran sus mujeres, aunque imagino que si él deseaba algo de ellas, no dudaron en entregarse a sus brazos, no las juzgo yo tampoco lo haría. Mi rostro tomo un color rojizo ante él pensamiento.

Fue cuando todo se volvió oscuro y volví a aferrarme a él, simplemente guarde silencio cuando aparecimos dentro de una alcoba, esa debía ser su habitación, sonreí pues tenía su estilo y su aroma. Me acostó sobre la cama y dije -Estoy bien Finn- ¿Qué me pasaba? ¿Por Qué seguía llamándolo así? Él me ofreció suero y yo sonreí con gracia -No es necesario, solo necesito algo de agua y dormir un poco, veraz…- Mis palabras quedaron el aire cuando la mujer apareció allí, él habló con ella, pero no escuche que ella le contestara, aunque a verlo asentir, pensé que quizás se trataba de algo mágico.

Estaba sentado lejos mío y yo me quedé unos segundos en silencio -Yo…- Dije tímidamente -En realidad tu…- Me costaba lograr decir las palabras correctas, así que simplemente las dejé ir -¿Porque me trajiste a tu casa? Imagino que es un lugar privado y no traes a mucha gente y no me digas qué es porqué soy buena y esas estupideces, yo no te salvé porque hayas trabajado para mí- Dije de manera amontonada, estaba a punto de confesarle la verdad y no me importaba nada -Lo hice por qué a ver tu rostro me siento viva, avergonzada claro, pero jamás me había sentido tan viva- Escondí un poco vista pues no estaba acostumbrada a lo que está diciendo.

-Yo… Quiero algo más de tí, pero es estúpido pensar qué podría obtenerlo, se quien eres y también se que tu no te enamoras -¿Acababa de decirle que estaba enamorada de él? -Ni siquiera de por qué digo esto- Dije bajando un poco la voz, yo jamás había sido la mujer que aman los hombres, siempre había despertado amistad y ternura, pero no amor, yo jamás sería su tipo de chica -Lamento lo que pasó Finnegan- Dije tímidamente, mientras me recostaba hacia atrás y clava mí vista en el techo. Él ahora sabía lo que sentía y me había expuesto completamente a él. Estaba completamente preparada para que me rechazara o para qué me ofreciera solo una noche a su lado, pero en el fondo yo quería más.

Éramos diferentes y lo sabía, además ¿Qué posibilidades tenía yo se que me diera una oportunidad de estar cerca de él? Absolutamente ninguna -Yo quiero conocerte, pero de qué no me dejaras Finn- Dije con amargura en la voz, nadie me creía capaz se nada y él no sería una excepción a la regla.

Cómo si las cosas no pudieran empeorar en mi mente aparecieron unas docena mujeres afuera de la casa. En ese momento creí que iba a ahogarme en mis celos. Si está bien, no eran lógico para nada ¿Y a quién le importaba? Estaba completamente celosa por un hombre que había visto dos veces en mi vida, así se ilógica era mi situación, pero tenía que enfrentarla. Me mantuve firme mientras podía. Mire cómo él nos presentaba y tuve que obligarme a hacer una risa forzada, sencillamente querías salir de allí. Pero entonces algunas salieron en ayuda se la mucha y yo mire a Finnegan intrigada.