Así que...¿Nuevas amigas?/Flashback/ Mari McCabe

La liga nos había enviado a investigar la aparición de una roca que arecía no ser de este planeta. Jamás había tenido la oportunidad de compartir una misión con ella. Vixen era una mujer hermosa de riscos marcado, bueno tenía que serlo ya que la materia de su tiempo la pasaba sobre las pasarelas. No conocía mucho de su historia, pero siempre me había parecido una persona amable e incluso un poco alegre. La misión no era dócil pero yo tenía la sensación que no habían enviado a Clark por miedo a que sea alguna de esas piedras que suelen afectarlo.

Llegamos en pena noche, pues ya el gobierno de ese país nos había negado la visita de buena manera, pero no podíamos quedarnos así sin estar seguros que aquella roca no era una amenaza para ninguna persona, así que teníamos que encontrar la manera. Quizás podríamos hacernos pasar por un par de turistas, después de todo los turistas siempre eran curiosos, pero había solo un problema con eso. Ni Vixen, ni yo usábamos máscaras, supongo que nos sentíamos más libres así.

El avión de la liga nos dejó en uno de los lugares más inhóspitos de ese país y yo mire a mi compañera con la que no habíamos tenido muchas charlas –Parece que tenemos un tiempo para hablar- Le dije con una sonrisa amistosa. Toque mi comunicador y dije –Bat, al menos nos hubieras dejado cerca, pero no, claro el tenía que hacernos caminar y juro que me voy a vengar de alguna manera- Entonces me reí, por alguna razón, todos le tenían demasiado respeto a Bruce, pero a mí me causaba otra sensación.

-¿Tu qué crees?- Dije para hablar un poco –Según yo, nos enviaron para asegurarse que no sea alguna roca extraterrestre que vuelva loco a Superman- Entonces reí pensando que Clark era uno de los hombres más buenos que había conocido, el jamás se volvería loco, bueno eso lo pensaba antes de saber el futuro y… Yo me estoy lleno del tema y de la época de la historia, así que continuemos. Mire a mi compañera con una suave sonrisa y un poco graciosa

Se me escapaba un bostezo cuando bajo del vuelo que la Liga concretó para nosotras. El paisaje pre alba me roba el aliento, el bosque montañoso se me hace semejante a los alrededores de mi Zambesi. Un conductor nativo con un jeep nos esperaba tomando nuestros maletines e invitándonos a subir para llevarnos a la zona del impacto. Me parece casi un sueño ver entre las ramas verdes a los koalas treparse cuando hace solo horas repetía setecientas veces a una cámara lo increíblemente blancos que quedarán tus dientes si usas esta nueva crema dental con una sonrisa como si se tratara de la cura para el cáncer en el estudio del comercial al que me agendaron cuando J´onn me contactó telepática mente.
Mostró unas gráficas en la atalaya, un estudio universitario de Stuttgart levantó una alerta silenciosa sobre un asteroide, asignándome a investigarlo con Canario Negro, al mencionar el trabajo en equipo interpreté su tono como imposición, el grupo es sólido y como bienhechores desde luego profesan la colaboración pero tal vez me han conocido un poco más por trabajar en sigilo y solitario, lo vi como una forma de procurar integrarme, encontrar fortaleza en apoyarme de otros.

Siempre he respetado a la heroína con la que tendría que operar, al punto de parecerme algo intimidante. Desde que nos encontramos fui cortés procurando romper tambúes de esperar que me recibiera con una llave de yudo o un gran grito rompe vidrios. El conductor nos dejó a mitad del camino y no fue hasta que vi el vehículo alejarse que noté el logo de Wayne Enterprises en la latonería y ella señaló el beneficio de conversar y conocernos en la caminata.

Vestíamos de civiles por la cautela de no hacer ver a los nativos que el meteorito no era más que eso y evadir pánico; yo en mis shorts de yeans y una franela Korn de mis días de rebelde calzando botas de zafari, ella mencionó el interés del murciélago de enviarnos para prever los efectos del elemento extraterrestre en el hombre de acero – Tienes razón, quien sabe de qué color sea la kriptonita que pueda venir con esa cosa – Reí mientras pensaba en un buen rastreador que me ayudara en la expedición

- Zarigüeya - Ya sentía al tótem golpear a los sentidos en enfoque, era delicioso experimentar la naturaleza en los ojos, oídos nariz y piel con esta cualidad, guié la caminata en medio de una arboleda – El residuo químico del asteroide está por este sendero – Le di una sonrisa recordando esta tarea de hacer mejores alianzas – Perdona si parezco distante, tiendo a ser solitaria y…soy modelo – Levanto las cejas y los hombros como sin remedio – Lidio con muchas…perras competitivas en el día a día, andar con chicas que se toman en serio frivolidades como maquillaje y ropa te quita la fe en las mujeres – Río una vez más continuando el andar - ¿Qué hay de tí?, solo se que eres una ruda heroína aliada con Green Arrow, ¿cómo funciona eso?

Y bueno, al parecer no era una de esas chicas a las que les gustaba hablar, pero tenía que admitir que se veía bien, incluso meta en ese paisaje inhóspito. Me encogí de hombros cuando dijo lo del color de la kriptonita, aunque en realidad aun no sabíamos si se trataba de esa piedra.  Suspire un poco mientras comenzábamos a caminar, creo que las cosas no iban a ser muy divertidas después de todo.

Fue cuando escuche que llamaba a un animal, vaya sí que estaba decidida terminar rápido con el trabajo. Levante una ceja, creo que no pude disimular mi cara, jamás habíamos hablado mucho pero tuve la impresión que ella no estaba a gusto conmigo ¿De quién había sido la idea de mandarme allí? Me pregunte.

Ella me guio hacia donde estaban los rastro de la piedra y yo la seguí, después de todo tampoco quería hacerla sentir incomoda en mi presencia, pero ella dijo algo que me hizo mirarla y sonreír –No te preocupes, yo soy abogada, se lo que es ser un poco feroz con tus compañeros de trabajo- Dije riendo. Ella pregunto por mí y dije –No creo ser tan ruda, aunque tengo que admitir que tengo un carácter especial- Dije casi en tono de broma.

-El tan de Green Arroz es diferente- Dije sin darle mucha importancia –Él y yo… Bueno hemos descubierto que nos llevamos más que bien- Dije dándole un pequeño guiño, pues no estaba muy segura que supiera que Oliver y yo fuéramos pareja. Aquel arquero tenía un nos que que podía hacerme perder en sus brazos.Pero no estábamos hablando de mis cursilerías, así que decidí cerrar mi bocata en ese tema.

Aunque los amoríos en la liga siempre eran un buen tema de charla y dije -¿Y tú? No hay alguien en la liga que te mueva el piso?- Ok, ok creo que sin querer le había dicho que Green Arroz era un poco más importante de lo que había querido que pareciera. Las cosas se veían demasiado tranquilas y ya sabes cuando todo es demasiado tranquilo, normalmente se pueden poner tensas muy rápido.

- Eres abogada – No pude evitar pensar en Matt, lástima que esté con Arrow, ellos dos se verían, verían no es la palabra, harían linda pareja, Matt es en definitiva más de lo que se ve, es decir parece. Sus ojos resplandecieron cuando dijo Green Arrow y lo entendí, ese factor equis que todos buscamos en alguien y su testimonio de rudeza selectiva se me hizo una realidad, recordé lo inútil e incierto de dejarse llevar por precedentes, nunca conoces a alguien por lo que se escucha decir sino por quien es cuando te das el tiempo de compartir

Dimos unos pasos entre árboles y hojas, los animales se escuchaban y olían distantes al rastro a seguir. Luego era mi turno de responder – Cuando llegué a América pensé mucho en Superman, antes de conocerlo en persona era como…Cristiano Ronaldo o Tyson Beckford, un príncipe Disney que en realidad sí salvaba personas – Lo imaginé como distante, todas en África lo idealizaban, tal vez por el exotismo, un hombre guapo diferente a los nativos - Luego de estar bajo su liderazgo es….no Tyson Beckford – Reí de los sin sentidos, los colegas con los que he coincidido en la Liga son excelentes especímenes pero ignoro si  lo serían como pareja, quizás mi mente los marca como incompatibles por mantener la mente en la misión en cuestión – Tengo pésimo gusto en hombres, preséntame con quien creas que sea buen partido – Le devuelvo el guiño. Han pasado unos minutos y ya hemos descendido hacia un valle, se divisa a un par de kilómetros el cráter….vacío

- Más allá de… emparejarme con alguien creo….- Intento separar los aromas que distingo en el aire, está el mío, el de Dinah, podríamos estar siendo observadas por lo que mantengo la idea para que no sea evidente - …Que lo más difícil es… – No puedo evitar descubrir un olor ferroso y otro a quemado en las proximidades. Sostengo contacto visual para invitarla a ponerse de espalda contra espalda para cubrir todo el diámetro visual – …Ya sabes, descubrirme a mi misma y eso…AL SUELO! – me lancé para rodar evadiendo disparos de rayos plasma, eran intermitentes de luces rojas de alta intensidad. Con agilidad animal me trepé por un tronco hasta una rama para obtener un reconocimiento del perpetrador pero uno de los disparos impactó dicho tronco en su base y tuve que saltar al siguiente antes de que me derribara junto con este. De un brinco a otro solo divisaba una superficie sólida que continuaba abriendo fuego a diestra y siniestra refugiándome tras una gran roca para reagrupar

Bueno no pude evitar reír antes la descripción de Clark, aunque por alguna extraña razón yo jamás lo había mirado de esa manera, él nunca había despertado sentimientos en mi como un hombre. Clark era un buen amigo y muy confiable, pero jamás lo había mirado como un hombre, así que sonreí al escuchar como hablaba de el –Bueno yo puedo trabajar con Green Arroz en una misión, él es un tanto juguetón y un poco mujeriego, pero es bastante profesional cuando se trata de una misión- Dije mientras seguía su paso –Aunque supongo que no todos puedes mantener ese ritmo- Después de todo habían personas que se confundían con las relaciones y honestamente yo también apoyaba la idea de no salir con alguien del trabajo, pero con Oliver, simplemente no había podido resistirme.

Cuando llegamos al lugar el cráter estaba vacío, eso jamás era bueno así que teníamos que estar atentas. Alguien había llegado antes que nosotras y eso significaba que el lugar tenía que estar vigilado, por alguna razón esperaba que fuera alguna agencia gubernamental y no algún mercenario, pero honestamente cuando yo tenía esos pensamientos, jamás, pero jamás salían bien y no es que sea pesimista, así que¡ no te atrevas ni a pensarlo! Solo estoy siendo realista con la realidad.

Se notaba que ella estaba más concentrada en descubrir algo que hablar de parejas, pero entendía que era más fácil disimular si seguíamos hablando, pero yo también me había puesto alerta. Su mirada me oblicuo a colocarme a su espalda y eso estaba claro, ya no íbamos a poder pasar desapercibidas como dos simples turistas ¿No hay una misión donde no traten de matarme? Ósea se suponía que esta era misión de reconocimiento, pero no claro, jamás podía tener tanta tranquilidad.

Los disparos comenzaron y me vi obligada a separarme de mi compañera, girando en el suelo y levantándome para moverme con rapidez, pude ver como ella trepaba a un árbol, pero yo no tenía ese tipo de habilidades, así que decidí correr en dirección hacia dónde venían los disparan, el tirador quizás podría haberse distraído con ella, pero claro fue un error porque en cuanto me levante de mi refugio, los disparan me siguieron, así que cambie de plan y me dirigí tras la roca donde Vixen se había escudado -¿Alguna idea?- En realidad había querido preguntar si ella había logrado ver algo.

Usé la visión para percibir que se trataba de un droide, metálico, de cinco patas, en definitiva no terrestre, custodio de lo que sea que hubiera en el sendero hacia el cráter

- Es injusto, la próxima que nos den una misión donde el objetivo sea un masaje y una exfoliación – Bromeo mientras estamos refugiadas tras la roca – Eres una mujer fuerte e inteligente Dinah Lance, mucho más que la chica de alguien – Le digo en caso de que sean mis últimas palabras, la roca se sacude al recibir un rayo en indicador de que nos encontraron

- Voy a correr en dirección norte para darle algo a disparar, seré rápida, cuando tengas un tiro limpio tu…grítale

Veloz y decidida en una corrida en zigzag evado los rayos que levantan tierra y hojas sirviéndome de camuflaje, hay otros olores, huelo a carne quemada, mi visión en el trote nota ocasionales pilas de cenizas, otros menos hábiles perecieron por esta máquina, lo que vino del espacio dejó a este custodio para servirse de un perímetro. Sostengo la evasión adentrándome al área donde lo que sea que vino debería aguardar con la esperanza de que mi nueva aliada pueda derribar al robot

No puede evitar reír ante lo que decía -Vamos, supongo que los chicos no podrían haberse encargado de lo qué nostras otras hacemos- Le dije con una sonrisa, Si, no me digan que soy muy agresiva, simplemente me gusta la idea de tener una buena batalla, y bueno si no les gusta que sea muy agresiva, entonces ¡no me lean! Bueno, bueno me voy del tema, así que volvamos a lo que le decía a Vixen. -Creo que será justo-

Parecía que se estaba despidiendo y yo simplemente le sonreí -Vamos Vixen, la próxima vez mandamos a Bruce a que camine- Le dije con alegría. Luego escuche lo que decía sobre su plan y yo asenti con la cabeza, después se todo me parecía una buena idea y cuando todo terminara, patearia Bruces por habernos dejado sola en el medio de la nada. No es que no podamos contra eso, pero al menos nos hubiera dejado un medio de movilidad.

En cuanto ella distrajo a la máquina asquerosa esa, me lance correr, no fue difícil, llegar a él y deje salir el llanto, no costó mucho destruirlo, solo esperaba que ella no se hubiera quedado un poco sorda. Me gire y comencé a buscar a mi compañera -Parece que estamos un poco tranquila-

Escuché el alarido que terminó con el desarme. Me reuní con Dinah en los restos de la máquina, del tamaño de una secadora, trozos sin tornillos ni cables, en definitiva no de lo que se esperaría construyeran en la tierra. Le sonreí a mi compañera por participar en el plan, me di cuenta de que no tenía que forzarme a trabajar en solitario, la vida me ha dificultado el aprender a confiar en otros pero la verdadera fortaleza está en la unión, yo pudiera ser una de las personas tostadas alrededor

- Ya había matado a otros – Le doy la terrible noticia a Canario – Hay…restos de cenizas y….pensé que quizás fueron animales alrededor pero…algunos estaban acompañados de tela. Lo que llegó en el cráter tenía a esto protegiendo algún perímetro – Me preocupaba lo que pudiera implicar, si esto es solo un vigía que represente a una mayor amenaza o si hemos desarmado a quien intentaba abrirse campo en el planeta para quien sabe que propósito

- ¿Herida? – Pregunto casi por mera cortesía, pues apenas parece haberse siquiera despeinado – Ven – Le invito a terminar de seguir el rastro hacia el cráter – Hablaba en serio - le comento mientras pasamos de un área boscosa a una más árida, hay troncos derribados y destruidos y pilas de tierra abultadas formando en el centro el hueco donde impactó haciendo como una corona – Tal vez es inteligente buscar pareja entre los hombres de la Liga, tienen el mismo ritmo de trabajo, tal vez eso los hace…factibles – La invité a tomarme de la mano para caminar cuesta arriba

- Está vacío – Dije al mirar en el interior. El área ocuparía el espacio de un vehículo pequeño, alrededor hay un par de barras de metal con pequeños bombillos parpadeando. No estaba segura de que hacer con esa información. Tomé el comunicador

- ¿Atalaya?

- Te copiamos Vixen – Responde el Detective Marciano

- Derribamos a una máquina alienígena que cubría el perímetro del impacto, el cráter está vacío. ¿Ves algo desde los satélites?

- Negativo. La señal de los satélites está interrumpida. La presencia extraterrestre causa una interferencia

- Hay un rastro de olor en otro sentido

- Probablemente hacia el pueblo. No hay reportes de ataques pero es necesario dar con esta inteligencia y asegurarnos de que esta no es la primera fase de una invasión

- El alien podría estar pasando por humano

- Están de suerte. Se supone ustedes sean turistas – Sonreí, era el propósito inicial de la misión. Señalé el sendero hacia el pueblo

No fue difícil desarmar aquel aparato y aunque me sentía un poco molesta, había algo de divertido en todo eso. Supongo que así era yo, me gustaba la batalla más se lo que podía admitir, pero creo que ya me he ganado esa fama, así que tal vez por eso Bruce me había enviado allí, porque sabía que me gustaban los retos por muy loco que eso sonara. Volví mi vista a Vixen cuando está hablo -¿Otros?- Le dije intentando que se explicara con lo que decía. No tardó mucho en explicarse, a parecer estábamos buscando algo más importante que una simple roca, no sabía si eso era bueno o malo, pero íbamos a tener que averiguarlo antes que las cosas fueran pero.

Me preguntó si estaba herida y yo solo le dedique una sonrisa con confianza y sin decir más comenzamos a mover no, debíamos averiguar más de qué estaba pasando. Volvimos a tema de los hombres de la liga y yo reí -Bueno yo no lo busqué, creeme- Dije casi con una sonrisa -Pero él tiene ese nosequé, que me hechizo- Bueno eso sonó asquerosamente cursi. Le di un guiño y dije -A demás no podemos ignorar que Green Arrow es increíblemente sexy- Dije riendo un poco.

El lugar parecía haber tenido algo importante, pero antes que pudiera hablar con mi compañera la vi comunicarse con él Atalaya. Imagine sé qué se trataba la charla y le sonreí a mí compañera cuando señaló el sendero a pueblo -¿Así que si seremos turistas?- Le dije cómo una broma mientras me acomodaba el cabello. Comenzamos a caminar por el sendero y dije -Pero hay que admitir que es bastante bueno eso se comparte horarios, incluso nos entendemos bastante- Dije solo comentario.

Cuando llegamos a pueblo la gente nos miraba, a parecer si teníamos demasiada pinta de turistas, y este no parecía ser un pueblo muy turístico. Mire a Vixen y dije -Supongo que llamamos un poco la atención- Le sonreí -Avisame si captas algo raro- Después de todo ella la experta en eso.

- Uff, la mirada, los abdominales, el trasero, y es bueno saber que tiene la puntería que hace juego – Río agregando a su ilusión sobre su enamorado objetificando al hombre como suelen hacerlo con nosotras sintiendo en alguna parte la balanza equilibrada, una parte de mi se preocupa por dar con esa alguien, de tener más que perder, ves a estas personas, afectadas porque estaban enlazadas a alguien y temes. El tono de su voy y la ilusión de su mirada van más allá de una lujuria, ellos se pertenecen. Le sonrío con la satisfacción de saber que ese tipo de amor no es una fantasía y ellos son testimonio

- Ajap, y! amigas – Rodeo mi brazo con el suyo cuando pregunta si seremos turistas, y caminamos en una entrada de vaivén emulando la ingenuidad de las colegialas cuya mayor preocupación era combinar labial con esmalte y lograr que ese chico lindo las mirara, suele funcionar, subestimación. Tras un sendero breve los matorrales se dispersan y estamos en una aldea pintoresca. No me contengo de hacer una selfie con ella y la ciudad de fondo. El paisaje, aire puro y la arquitectura estilo cabaña de la abuelita con los árboles lago y montaña me encantaron – Digno de postal

Hay un aviso de bienvenida a Queenstown, población 29 000. Montaña arriba hay un teleférico casi eclipsado por la nubosidad baja. Alrededor de nosotras las personas caminan por una calle colonial de piedras y faroles, algunos saludan a sabiendas de vernos por primera vez, deduzco que al tratarse de una población tan reducida no ha de ser gran desafío identificar a un recién llegado, lo que es una oportunidad importante de detectar a un extraterrestre entre ellos. El boulevard tiene una serie de comercios - Podemos entrar en cualquiera de estos sitios y preguntar al propietario por otros turistas – Comento a Dinah – Además no cae mal algo de almorzar. Señalo una especie de cafetería con cabaña con chimenea cual casa de muñecas con la puerta abierta, pero antes de dar un paso un jeep se detiene frente a nosotras cargado de media docena de jóvenes nativos que gritan y beben cerveza con la radio a alto volumen invitándonos al lago para hacer esquí acuático, miro a mi compañera con una interrogante sobre mi cabeza

¿Qué podía decir? Mari estaba en lo correcto con su trasero y aunque ella lo había hecho como una broma a mí me parecía muy real. Quizás ella era una de esas chicas más feministas y yo… Bueno yo también lo era, pero no iba a perderme de mirar un buen cuerpo si lo tenía servido en una cama, aunque claro me estoy llendo del tema otra vez y es mejor que vuelva o voy a terminar fantaseando con los abdominales de Oliver. No pude evitar notar que ella me miraba aro y sonreía. Creo que era hora que dejara de hablar de Oliver.

Reí cuando me tomo del brazo, yo no estaba acostumbrada a tener muchas amigas, pero me pareció interesante que por una tarde tenga una nueva amiga. Llegamos a una aldea pintoresca y yo le sonreí a Mari era hora de que actuáramos como dos turistas yantes que solo les importa un buen spa. Aunque ella parecía más emocionada por el lugar que yo, supongo que era bonito, pero seamos sinceros yo estaba más acostumbrada a la cuidad de cemento y estaba allí por una misión y no por una visita.

-Me parece bien- Le dije de manera tranquila cuando ella me decía su plan y sonreí aún más cuando dijo lo de comer. Pero entonces unos idiotas se cruzaron en frente de nosotras –Mierda, odio a los chicos borrachos- Le dije a Mari para que supiera que solía ponerme agresiva con ellos. El conductor bajo del auto y me hablo en otro idioma –Y encima no me hablan claro- Le dije a Mari. Lo peor fue cuando uno me tomo de la cintura y me dio una nalgada. Mire a mari con una sonrisa y golpee en el rostro al idiota ¿Por qué creías que todas la mujeres éramos putas? Supongo que se hubieran calmado pero uno de ellos apoyo un arma en mi cabeza y la gente del pueblo comenzó a esconderse.

Levante mis manos lentamente y le sonreí a Mari con satisfacción, se supone que no teníamos que llamar la atención pero que importaba ya, no iba a dejar que un par de muchachos borrachos se aprovecharan de nosotras solo para parecer normales. A demás también estaba ese plus de mostrarle a los jovencitos que no se tienen que sobrepasar con las muchachas, porque uno nunca sabe quién puede patearte el trasero.