Entrenamiento extremo - Felicity-

Hacía ya varios meses que había dejado atrás América, con una misión excelentemente cumplida, pero lo mejor de todo, con una excelente candidata al puesto dejado por Lancelot hacía ya tiempo atrás.

Para mí no había sido fácil ver pasar un Lancelot tras otro desde que Frederick, el hombre que me había enrolado y que había portado ese nombre código antes, murió en una intrincada misión. Yo nunca propuse un candidato después de eso, de hecho, me negaba a hacerlo porque no creía que hubiese alguien lo suficientemente digno o capaz de aspirar y llevar aquel nombre y puesto como Fred lo había hecho y así había sido con todos los que lo consiguieron posterior a él, uno tras otro, habíamos perdido a varios "Lancelot" en lo que iba de los años.

Pero ahora mi visión había cambiado, o al menos había encontrado a alguien que me había hecho pensar que por fin había llegado la persona correcta. Felicity M. Smoak, una jovencita de aspecto delicado, pero con una mente brillante capaz de rivalizar (si no es que superar) la del propio Merlín (aunque jamás le diría eso a él, no sería correcto). Felicity demostró no sólo una gran inteligencia, sino también un sentido de justicia digno de ser respetado, aprovechando su potencial.

Por ende le había ofrecido el aspirar al puesto y ella aceptó a pesar de los peligros que aquello conlleva. Al acabar la misión de Lawrence con su ayuda, volví a Inglaterra llevándola conmigo, decidido a tomarla como mi aprendiz y candidata.

Poco después de llegar al país y de instalarnos (le di una de las habitaciones de mi apartamento) comencé a darle adiestramiento básico. No es que ella no estuviera en forma, pero necesitaba aumentar su resistencia antes de llevarla a la base central. Las primeras semanas fue de dura preparación física, ejercicios enfocados en aumentar su resistencia, agilidad y fuerza muscular. Ella ya conocía algunas técnicas de defensa, aprendidas gracias a sus amigas, las jóvenes Lance, pero había que pulir e incrementar aquel conocimiento y habilidad, además de enseñarle a moverse rápidamente entre obstáculos, por lo que también comencé a darle sesiones de parkour por las calles de Londres.

De más está decir que los primeros días la pobre caía rendida, directa a la cama.

Pero conforme pasó el tiempo empezó a dar resultado, su resistencia se hizo mayor conforme avanzamos y sus reflejos y habilidades aumentaban y se pulían satisfactoriamente. También comencé a aleccionarla en casa sobre otras cosas que vería en la academia Kingsman: Medicina, física, botánica, balística, kung fu, esgrima, idiomas; muchas de esas cosas ella ya las conocía.

Y tras todo ese entrenamiento básico fue el momento de llevarla a la base. Primero nos dirigimos a la sastrería en el centro, aquel elegante edificio que no sólo atendía a los hombres más prominentes del país y del mundo, sino que ocultaba en sus subsuelos la vía que había de llevarnos a la mansión a las afueras de la ciudad. Entramos, saludando a Louis, nuestro recepcionista, quien nos cedió el paso al probador uno, lugar dónde iniciaríamos nuestro viaje.

Tras entrar en el lugar y colocar mi mano sobre el vidrio del espejo, el suelo se sumergió hasta llevarnos al subterráneo; ahí abordamos el "tren" que, atravesando el subsuelo de la ciudad y sus afueras, nos hizo desembocar en la mansión que es la base secreta de nuestra organización.

-Bienvenida a Kingsman, Felicity. A partir de aquí, el entrenamiento que has llevado conmigo en casa será un juego de niños en comparación.-

Hay estaba yo parada frente a una tienda, una pequeña sastrería que parecía ser casi ínfima en el lugar, pero era mucho más que eso, era las puerta se mi  nuevo trabajo y aunque aún no me había aceptado, estaba segura que esto era para mí, aquello había sido difícil en él principio, a pesar de haber tenido el entrenamiento se Dean, supongo que no estaba acostumbrada a un entrenamiento tal arduo todos los días. Pero a pesar de todo eso había sido perfecto para mí, ya que las cosas en él ámbito personal había sido un poco complicadas para mí. Aunque jamás le había contado esa parte de mí vida a Harry, eso era solo para mí, todo su entrenamiento había sido de más ayuda se lo que él pensaba.

Hacía un tiempo que me había instalado en casa se Harry, le había explicado a Thea que había encontrado un trabajo en una empresa Inglaterra pero no le había dado más explicaciones, supongo que ella pensó que se trataba de alguna misión se SID, aunque creo  que también podía tomarse de esa manera, después de todo lo único que estaba haciendo era mejorar a SID, haciéndola una persona que podía marcar grandes diferencias.

Sin darme cuenta en algunas cosas ya estaba más preparada se lo que había imaginado, quizás era por él tiempo que había trabajado con Ollie o quizás se trataba de las cosas que me había obligado a aprender como SID, la verdad no importaba, en la parte intelectual no me había sido difícil para nada.Bueno y ahí estaba yo, siguiendo los pasos de Harry al entrar a aquella pequeña tienda, podía sentir el nudo en mi estómago, pero él tiempo que Harry me había entrenado, a parecer servían de algo por qué no iba a demostrarlo fácil. Claro que cualquiera que me conociera un poco sabría que yo estaba nerviosa.

En cuanto Harry… Perdón! En cuanto Galahad puso un pie en el lugar, pude notar que aquel aire de confianza que había entre nosotros de endurecía, él era un profesional y allí adentro quizás seríamos compañeros de trabajos, no me molesto su profesionalismo, pero estuvimos callados mientras el tren seguía su marcha, mientras mi mente me llevaba a recordar los cambios que había sufrido desde el momento que lo había conocido, mi cuerpo estaba más tonificado y ahora definitivamente tenía una idea sé cómo defenderme. Pero aún seguía siendo yo, aún tenía la idea fija se no asesinar, aunque Harry había insistido que aprendiera las maneras, yo no podía hacerlo, simplemente no podía fallarle así a Oliver.

Cuando llegamos a la mansión, mis ojos se posaron unos segundos en los se Galahad y le di una pequeña sonrisa de alguna manera sus palabras no me sorprendieron -Veamos qué tienen ¿No?-  No sabía exactamente qué había visto en mí, pero no iba a dejarlo mal parado, tenía la impresión que llevarme a aquel lugar para Harry tenía un significado especial y yo no pensaba fallarle, por muy difícil que me pareciera.

Sonreí a su respuesta, a pesar de mi estoicismo, pero no podía evitarlo, Felicity se volvía cada vez más cercana a mí, más de lo que hubiese imaginado nunca; el entrenarla y presentarla como mi postulante era algo que jamás habría pensado que ocurriría, pero que había derivado en sentir por ella un aprecio que iba más allá de la amistad ordinaria.

-Sí, ya lo verás. Sígueme.-Dije, guiándola al interior de la sala. A lo lejos se hallaba Merlín, nuestro jefe de inteligencia, en cuanto nos vio, sonrió y se acercó a nosotros.

-¡Harry, bienvenido! Es bueno verte aquí por fin.-Luego se giró hacia Felicity.-Bienvenida, Felicity, Harry me habló de ti, lo has impresionado mucho, debo decirte que nunca antes había presentado un postulante para este puesto, así que realmente la has impresionado.-

Le miré ligeramente incómodo porque había hablado de más a mi parecer, pero Merlín hizo caso omiso y, sonriéndole abiertamente a Felicity, nos invitó a seguirlo.

-Imagino que Harry te ha aleccionado en los últimos días, pero no ha sido tiempo suficiente para que aprendas todo lo que necesitas saber. Te adentraremos más en conocimientos sobre medicina, botánica, química, venenos y antídotos, explosivos, balística; aprenderás a desmantelar bombas de todo tipo, trabajaras con simuladores de vuelo, aprenderás tácticas de supervivencia, kung fu, Krav magga, aikido, kendo, esgrima y otras técnicas de pelea, gimnasia, manejo de armas, escapismo... entre otra variedad de cosas. Te convertiremos en una máquina asesina... Aunque Harry dice que respetas mucho la vida y bien, eso también lo respeto. Sólo espero que no te veas en la necesidad de matar para vivir.-

-Y yo espero que si eso llegara a ocurrir decidas más por tu vida que por la del otro.-Murmuré sin querer incomodarla. Respetaba sus deseos, pero... bueno, no podía evitar intentar convencerla de lo contrario si llegaba a ser necesario.

-Que tú mates a todo mundo sin miramientos no significa que ella deba hacer lo mismo.-Dijo Merlín en tono reprobatorio.-Este será tu dormitorio, Felicity, aquí estarás durante las siguientes semanas; recibirás clases de distintos agentes, incluido Galahad, y tendrás licencia para salir de la base de vez en cuando. Abrió la puerta de la habitación, pequeña y de escaso mobiliario. Sobre la cama había un paquete plástico.

-Esta es tu primera prueba, Felicity. Esa.-Señaló el paquete.-Es una bolsa para cadáveres. Quiero que en la etiqueta pongas tu nombre y la de tus seres queridos, es para que tomes conciencia de en qué estás entrando, el riesgo que vas a correr y que pienses que esos nombres que escribirás son de las personas que jamás volverán a verte si algo saliera mal; así podrás meditar si estás dispuesta a correr el riesgo o no.-Y tras decir eso dio media vuelta y salió del cuarto, dejándonos solos.

Pude notar en el rostro de Harry una pequeña sonrisa y yo de la devolví con cariño. Él generaba una especie de respeto en mí, pero también confiaba en él como un amigo, era elegante y divertido. Era como si él se hubiera convertido en él padre qué nunca tuve, después de todo él era lo más cercano a una figura paterna que había tenido. Se golpe la imagen del hombre canoso esposado volvió a mí mente, Noah Kuttler,un dolor pasó por mí pecho a recordar su nombre. Tenía que hablarle de él a Harry, tenía que contarle quién era mi progenitor, pero ese no era exactamente el momento.

Salí de mis propios pensamientos cuando Harry me dijo que lo siguiera y así lo hice. Un hombre de nos acercó y nos saludó con amabilidad. Le di la mano y sentí que mis mejillas tomaban un rubor cuando dijo que Harry le había hablado de mí y qué estaba impresionado, mis ojos se posaron en él automáticamente y le di una suave sonrisa, pues era él qué me había impresionado, pero no era momento para decírselo, a demás imagino que Harry no está acostumbrado a recibir elogios.

Pero la mayor sorpresa fue saber qué era la primera vez que Harry presentaba a alguien, mie había quedado en silencio pero levanté una ceja y sonreí casi como una broma hacía él, pues pude notar la incomodidad en sus ojos.Escuche lo que el hombre decía, y sonreí suavemente, lo que ninguno de los dos sabían es que yo había tenido que aprender todo eso cuando trabajaba con Olli, bueno, no lo sé pilotar un avión y algunas otras cosas, pero a menos parecía que no iba a tener que estudiar tanto.Fue cuando dijo que me convirtieron en un arma asesina cuando mi sonrisa se borro, yo siempre valore la vida humana y no me agrada la idea se volverme cómo Finn, aunque nadie se allí podía saberse Finn.

Mis ojos volvieron a Harry cuando hablo y yo simplemente lo mire a los dos -Siempre hay una manera Harry, se que eres más extremista que yo y creeme conozco gente así, pero yo no voy a cruzar esa línea- Mis palabras sonaron firmes y decididas, no estaba molesta, solo le advertía de algo que había decidido mucho antes de haberlo conocido.Merlín habló y yo sonreí, parecía entenderme más en ese aspecto, honestamente una parte de mí estaba ansiosa por probarlo con él,  Galahad había dicho que él era el jefe de operaciones, por ende la persona más inteligente allí, supongo que solo era poner mi mente al límite, pero me gustaba hacer eso, ya sea cómo una aspirante o cómo SID, yo sabía que mis capacidades mentales siempre había ganado a las física, por eso estaba allí para equipararse y volverse útil para el mundo.

Me llevaron a un dormitorio y yo respire profundo, no podía pasar tiempo encerrada allí no iba a volverme loca.  Mire a Harry ya antes le había dicho que yo no iba a servir si estaba encerrada, no podía estar en una prisión y supuse que él había hecho algunos arreglos para mí, más tomando en cuenta que nadie se todas las personas que me conocen, sabía exactamente qué hacía en Inglaterra y si yo simplemente desaparecía comenzarán a buscarme y eran personas lo suficiente poderosas para encontrarme.
Escuche lo que dijo Merli y dije -No necesito escribir eso- Tomé la bolsa en mis manos y dije -Porqué no puedo darle el nombre de las personas importantes para mí- Yo iba a hacer eso, pero los nombres de las personas importantes en mi mundo eran completamente privados en momento de guerra, no solo porque eran justicieros o asesinos, sino porque más allá de esas paredes había una guerra y esos nombres podrían inclinar la balanza.

Mire a Harry y dije -Sé cómo se sentirían Harry, todos los que me rodean han usado máscara, y yo los he perdido- Mire la bolsa en mis manos y dije -Por eso fue que acepté cuando me lo propusiste, yo más que nadie de qué se puede seguir aunque alguien importante muera- Tome una pluma que había en la mesa y escribí el nombre de mi madre, la única persona que no entendería mi muerte y la única persona que merecía saber toda la verdad.

Las palabras de Felicity sobre no cruzar esa línea me hicieron sonreír, pero no en plan de mofa, sino valorando sus principios, los cuales eran tan firmes que no se moverían por absolutamente nada; además, me agradaba que Merlín la respaldara, eso sería bueno dentro de la organización ya que él en cierto modo tenía la misma idea que ella sobre la vida humana y el respeto sobre la misma, de hecho, creo que Merlín se ha hecho de una aliada en lo que a decirme que no siempre se debe matar se refiere.

Al ver su reacción ante el dormitorio, me tomé la libertad de poner mi mano sobre su hombro.-Descuida, esto es sólo para algunas fases del entrenamiento; Merlín sabe que no podrás estar aquí 24/7, yo se lo he dejado claro y ha estado de acuerdo.-Después de todo, para un agente Kingsman lo más importante era conservar las apariencias ante el mundo, que la gente no le crea capaz de lo que realmente sabe hacer y eso incluía que tus allegados no sospecharan, lo cual sólo se puede lograr perfectamente si no te desapareces por tanto tiempo sin decir nada.

Después ocurrió el paso de la bolsa. Sonreí de nuevo ante sus palabras, comprendiéndola más de lo que ella podría imaginar, aunque aun así escribió el nombre de su madre.-No te preocupes, de hecho sólo es un requisito que comúnmente se usa para "shockear" a los cadetes de nuevo ingreso, para que comprendan a lo que pueden enfrentarse porque muchos aún no están conscientes; toma en cuenta que la mayoría de los que vienen como candidatos son chicos de familias comunes, algunos de alta sociedad, que en su vida han enfrentado una perdida por alguna tragedia o se han visto en las situaciones que tú has tenido, por lo que tú estás más consciente de ello que los otros, es obvio.-

-Bien, oficialmente tu entrenamiento comenzará mañana a primera hora; sé que con la parte académica no tendrás ningún problema, prácticamente sabes de la gran mayoría de las materias que te enseñarán, aunque sí te adentrarán más en ellas; además de que verás sobre neurolingüística entre otras cosas. Llevar la teoría a la práctica y sobre todo la parte física es dónde más deberás enfocarte. Lo primero que verás mañana será entrenamiento de sobrevivencia, no será sencillo, es la misma práctica que llevan a cabo los cadetes a rangers o marines de los ejércitos del mundo, pero un poco más fuerte; serás tú, una mochila con equipo y el bosque sólo para comenzar, pero sé que lo lograrás... ¿Te gustaría que te guíe por la base para que la conozcas? Después de todo estás libre de aquí a la hora de la cena.-

El hecho de que Harry me entendiera me hacía sentir más tranquila, pues su apoyo era más sé lo que él podía imaginar para mí. Me gustaba, me hacía sentirme aprobada como si mi padre fuera el que estuviera orgulloso. Cuando estuvimos solos, él me dijo lo que pensaba de aquello se la bolsa y yo me quedé mirando esa etiqueta con el nombre de mi madre, había cosas que ella merecía saber y estaba decidida a arreglar eso cuando volviera a casa.

Galahad comenzó a hablarme del entrenamiento y lo que tendría que pasar. Me recordó a Ollie en aquella isla donde había tenido que vivir solo y privado se todo. Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, él recuerdo se mi mentor y amigo me hacía sonreír. Aunque aún no había podido comunicarme con él, sabía que Dinah lo estaba cuidando y eso me daba mucha tranquilidad.
Me dijo que si quería que me guiara por las instalaciones y yo le sonreí -Si me encantaría , pero primero hay algo que quiero contarte- Le dije mientras me sentaba en aquella pequeña cama y dejaba la bolsa en un costado. Respire profundo pensando en cómo iba a decirle aquello, no quería que pensara que le había mentido y mucho menos qué le había ocultado parte de mí vida, simplemente me había costado un tiempo asimilar aquello.

-Harry mi apellido no es Smoak- Eso no sonó bien, a demás no era del todo verdad -Osea si lo es, pero no es el apellido de mi padre- Si eso estaba mejor - Hace poco descubrí quién era mi padre y supe que mi madre me había cambiado el apellido para protegerme- Supongo que con eso ya de iría imaginando qué no era un buen tipo -Hace unos meses ayudé a una amiga a apresar a un criminal que se hace llamar Calculation of The Algorithm - Sabía que él comenzara a buscarlo así que tome sus manos -Antes que busques sobre él déjame terminar- Le dije con un tono un poco triste.

Me paré de la cama y dije -Él tipo es un hacker muy hábil y creó un algoritmo para implantar mensajes en el subconsciente, haciendo que cualquiera haga lo que él desea- No quería mirar a Harry me sentía un poco avergonzada -AL final lo encontramos, su nombre es  Noah Kuttler-Dije casi con nostalgia -Cuando la policía lo capturó él quiso hablar conmigo- Mis ojos se clavaron en los de él y dije -Él quería que siguiera sus pasos porque yo soy su hija, me entrego su fórmula- Sentí una punzada en el pecho por recordar todo lo que había pasado pero no era el momento para llorar.

-Yo te cuento esto porque quizás no deba estar aquí siendo la hija de un criminal, pero quiero que lo sepas que yo no soy como él- Dije con la voz un poco quebrada -Sabía que en algún momento te ibas a enterar y quería ser yo quién te lo dijera-  Me acomode el cabello y me prepare para lo que fuera que me dijera, ya sea que tenía que irme inmediatamente o que él aceptaba mí verdad.

Noté que se encontraba muy seria, pensando quizá en su familia; sin embargo aceptó mi oferta de conocer la base, cosa que me disponía a hacer cuando de repente me pidió hablar sobre algo importante. Pude notar que era algo difícil para ella por su semblante y el tono de su voz.

Debo admitir que sus primeras palabras me sorprendieron, y que no pude evitar preguntarme que clase de situación podía haber vivido la señora Smoak para verse en la necesidad de tomar esas medidas para proteger a su hija. Cuando mencionó la ayuda hacia su amiga y el nombre de aquel criminal, una campana sonó en mi cabeza; si no mal recordaba, Tristán había estado siguiendo a ese sujeto y su proyecto.Iba a hacer mi búsqueda, pero me abstuve cuando ella me pidió que lo hiciera.

Cuando mencionó lo que ese hombre pretendía hacer refrescó mi memoria; alcancé a oír que Tristán reportó que el proyecto de ese sujeto se asemejaba en su efecto a los poderes de Zebediah Killgrave.

Pero vi que Felicity parecía turbada, lo cual me preocupó. Siguió relatando su historia y quedé sinceramente impactado por ello. Me quedé en silencio,dejando que terminase de hablar. Su voz se quebraba, se notaba que hacía un esfuerzo sobre humano para contener el llanto, lo cual no era sencillo siendo que estaba abriendo su corazón de esa manera. Me acerqué a ella y coloqué mis manos sobre sus hombros de manera tranquila y conciliadora.

-Felicity... ninguno de nosotros elige de dónde proviene, lo que importa es lo que elegimos durante nuestra existencia y en especial el camino que decidimos tomar. Quizá tú seas hija de ese hombre, pero eso no te transforma en él, y en especial, el hecho de haber elegido un camino diferente al suyo, el decidir ayudar a la gente en lugar de controlarla como él te ha ofrecido es lo que te forma y te hace quien eres; tú no eres la hija de Noah Kuttler, tú eres Felicity Smoak, alias SID, una jovencita con un gran talento como para conquistar al mundo, pero con un gran corazón como para salvarlo; eres una heroína, y sin duda alguna eres un Kingsman porque no dudo en lo absoluto que este es tu lugar, agente Lancelot.- Dije con seguridad, pues sabía que ese puesto era suyo y no me pesaba en lo absoluto llamarla con ese título.

Le sonreí; la habría abrazado, pero no sabía como lo tomaría ella, por lo que me abstuve.-Bien, iniciemos con la guía, no quiero que te pierdas en la base y por ende llegues tarde a tus clases; te mostraré los gimnasios, los equipos, las aulas, hangares, campos y terminaremos en la cafetería para cenar ahí; es mejor que te vayas acostumbrando a la comida de aquí.-

Harry tocó mi hombro y yo lo mire, esperaba que me pidiera que me fuera inmediatamente, después de todo yo le había ocultado algo muy importante. Quizás también querría que entregará la fórmula, aquel algoritmo maldito que casi le cuesta la vida a Mari. Agache mi vista preparada para lo que fuera o quizás, preparada para lo peor. Me llamó por mi nombre y comenzó a hablar entonces lo mi9re lentamente ¿Era mi imaginacion? Él había comprendido que yo no quería seguir los pasos de mí padre… No, él no era mi padre, solo había sido mi progenitor.

No pude evitar sonreír cuando me llamó heroína, me hizo sentir orgullosa de mí, era una sensación extraña, como si compartiera un sentimiento con el . Pero cuando termino de hablar fue lo que me sorprendió -agente Lancelot- Repetí casi como si no pudiera creer que eso podía ser real ¿Yo una agente? Osea, la misma chica que gritaba cuando algo se caía al piso sin esperar, ahora me estaba entrenando para ser una agente de un servicio secreto. Quise explicarle todo lo que pasaba por mí mente a Harry, pero entonces me di cuenta que lo mejor que podía hacer para devolverle el voto de confianza que me había dado, era convertirme en la mejor agente que él podía querer -Gracias- Le dije suavemente.

Harry decidió que era mejor continuar con el recorrido y yo asenti con la cabeza, me explico a dónde íbamos a ir pero antes que saliera del cuarto lo abraze. Rayos, parece que no podía evitar ser impulsiva a veces. Me separé de él y noté que mis mejillas tomaban color -De verdad Gracias Harry, no solo por aceptar eso de mí, sino por darme la oportunidad se ser mejor- Dije tímidamente antes de salir al pasillo.

Una parte de mí estaba temerosa se lo que iba a pasar, pero mi otra parte estaba ansiosa por salir a medio de la nada con una mochila, quería probarme a mí misma que no necesitaba de nadie más que yo misma para subsistir, y dicho sea de paso, algún día poder demostrarle a las personas que tanto me importan, qué yo también podía cuidar de ellas.

Me tomó por sorpresa aquel abrazo inesperado, aunque era casi como si ella hubiera entendido mis propias emociones reaccionando mejor que yo. Algo cohibido, pero compartiendo el sentimiento que la había motivado a aquella muestra de afecto que yo no me había atrevido a manifestar. Era extraño, jamás había pensado en tener hijos, obviamente no los tuve ni pensaba hacerlo, pero... de haberlo planeado, de haber querido tenerlos, me habría encantado que fueran como ella.

Y por ese lado sentí cierta ira al recordar a su... progenitor, porque a ese caballero dificilmente podía llamarsele padre, y me aventuraba mucho tildándolo de caballero. ¿Cómo era posible que hubiese tenido una hija tan maravillosa y simplemente comportarse de esa forma tan reprobable? Es verdad que jamás llegaría a comprender a ciertas personas, ese hombre más que a otras.

Le sonreí ante aquellas palabras que acababa de decir.-Tú ya eres de lo mejor que este mundo puede ofrecer, Felicity, jamás permitas que alguien más te diga lo contrario.-

Tras eso, la llevé a conocer la base de la organización, recorriendo todas las estaciones que la conformaban; los salones de computadoras que eran parte del territorio de Merlín, los laboratorios, gimnasios, barracas, hangares y campos de obstáculos y abiertos, las salas de armas y campos de tiro, los gimnasios de esgrima y kendo, los lugares dónde se guardaban las armas y los equipos.

Posterior a eso la llevé a la cafetería y cenamos juntos. La cena no era tan mala como yo quise hacerle creer, pero bueno, cuando has probado la cocina francesa durante las misiones, la comida de la academia palidece mucho en comparación. Tras pasar las siguientes horas juntos, esclareciendo cualquier duda que pudiese tener, le acompañé después a su habitación.

-Mañana conocerás a tus compañeros, once personas más que también desean ese puesto. Tendrán clases juntos, pasarán por muchas pruebas y conforme las confronten se irán eliminando hasta que sólo quede aquel que sea digno del puesto. Varios maestros y agentes les instruirán, yo también tendré mi momento ante el grupo.-Le sonreí.-Estarás bien, ya lo verás. Cualquier cosa que necesites sabes que puedes llamarme, y no te preocupes, como te dije, no tendrás que quedarte aquí todo el tiempo, puedes salir, ir y volver a lo igual que los otros así que tus amigos no sospecharán nada sobre lo que haces.-

-Buenas noches, Felicity.-Le sonreí. Iba a irme así sin más, pero me detuve, la confronte de nuevo y le di un abrazo con todo el afecto que sentía por ella.-Buena suerte.- Le dije, para retirarme después y dejarla descansar.

Las horas pasaron y, durante la noche aparentemente tranquila se escuchó un ruido. De repente la habitación comenzó a llenarse de agua, poco a poco hasta ir subiendo, mojando los pies de Felicity en la cama y subiendo aún más, despertándola. El agua amenaza con llenar la habitación hasta el techo y esta parece estar sellada. Felicity tendría que hallar la forma de abrir la puerta o hallar otra salida para escapar antes de que el agua llegué hasta el techo ahogándola sin remedio.

Estaba claro qué iba a sorprender a Harry con mi abrazo pero por una razón no me sentí mal por eso. En cambio él me devolvió el abrazo y yo sonreí,era una sensación rara, me sentía cercana a él y confiaba en él se una manera nueva. Me pregunté ¿Qué pensaría Harry en ese momento? Pero quizás es solo parte de mí curiosidad, después de todo él era un hombre muy reservado y yo l0o había sorprendido con mi actitud. Pero fueron las palabras de Harry las que me hicieron sonreír verdaderamente. Así con la cabeza y salimos de aquel pequeño cuarto.

Poco a poco fuimos recorriendo las instalaciones y yo no podía dejar de pensar que quizás aquel lugar de iba a convertir en algo más que una academia. Sonreí ante la idea y se vez en cuando miraba a Harry qué iba explicando cosa. Cuando llegamos a la cafetería note que la comida se allí no era tan mala como él la había descrito, supongo que tenía que ver con el hecho de que en él último tiempo en mí vida yo comia cosas compradas y no tenía tiempo para cocinar.

Hablamos un tiempo y Harry me acompaño a mi nuevo cuarto. Él ya me había advertido que no era la única, pero no tenía idea de cuántos iban a ser, bueno no lo sabía hasta ese momento -¿once?- Dije un poco sorprendida. Nunca me había agradado la ide se ser una persona que competía, yo era más bien se las que cooperan y no estaba segura que eso fuera a salir bien. Pero decidí que era mejor no preocupar más a Harry esa noche.

Él me aseguró que estaría bien y yo sonreí -Siempre que tenga wifi- Dije como broma, él parecía también un poco preocupado por mí, así que decidí no mostrar ninguna duda por el momento -Buenas noche Harry- Le dije con mi tono dulce se siempre, sabía qué de iría, pero fue él que me sorprendió dándome un abrazo -Gracias- Le dije suavemente y lo mire con mi mejor sonrisa -Estaré bien, he tenido buenos maestros- Le guiñe un ojo y me metí en él cuarto. Dios odiaba ese lugar, pero estaba bien para pasar la noche.

No tardé mucho en dormirme, últimamente jamás tardaba, los días eran tan exhaustos que apenas si podía llegar a la cama arrastrándome. Algo me despertó, una sensación de humedad. En mi cuarto había agua , intenta llegar a la puerta pero estaba sellada y en él cuarto había nada. tenía que salir de allí, pero ¿Cómo? ESto tenía que ser una prueba o le había caído muy mal a Merlín, se todas maneras tomé mi portatil. No tenía ventanas, tenía que pensar rápido. Mire la rejilla de ventilación, sabía que si el agua seguía subiendo también de materia por allí, pero si era lo suficientemente rápida no lo haría. Me subí a escritorio y metí primero mi portatil, luego me colgue y logre entrar con rapidez. Gracias a las placas se parkour qué Harry me había dado.

Tania la opción de seguir por la ventilación, pero no tenía un mapa, ni estaba tan familiarizada con él edificio para saber bien dónde dirigirse, Tome el camino de la derecha y me moví un poco buscando otra salida, pero parecían previstos para eso, así que abrí mi portátil e hice lo mejor que podía hacer. Me meti al sistema lo había analizado antes cuando usaba él portátil se Harry y no me llevó mucho tiempo, entonces desactive las trampa se mi cuarto, Bueno había tardado más de lo que había pensado ya que el agua había comenzado a entrar por el tubo de ventilación, pero se detuvo. Un par se algoritmos más y pude hacer que el agua comenzará a bajar. Respire profundo por la descarga de adrenalina que recorría mi cuerpo.

Deje el portátil en el tubo de ventilación y baje a cuarto, mojándome por completa. Espere paciente a que el agua de fuera y abrí la puerta. Quién sabe con qué me encontraría en ese momento, después se todo ya estábamos en una prueba y uno nunca sabía que más de enfrenta. Fui sigilosa.

Al abrir la puerta de la habitación, Merlín se encontraba del otro lado con un Ipad en las manos y una leve sonrisa; miraba a la joven Felicity con aprobación.

-Bien hecho, Felicity, lo conseguiste en menos de cinco minutos, es un record.-Dijo mientras hacía algunos apuntes en el Ipad.-¿Sabías que a Harry le tomó siete minutos encontrar una salida cuando hizo esta prueba?-Levantó la mirada del pad y miró a la joven.-Los demás candidatos están ejecutando su prueba ahora mismo, ¿quieres acompañarme?-

Merlín llevó a la chica por el pasillo, dónde las otras puertas siguen cerradas y selladas, colocándose en el extremo. Merlín pulsó un botón en el panel de la pared y una cristal descendió del techo, separando ese rincón del resto del pasillo.

Pronto una de las puertas se abrió dejando salir el agua como una cascada; en el piso se abrieron algunas rejillas por las cuals el agua comenzó a irse. Entre la cascada había salido un chico, tosía aún algo ahogado, llevaba unas ganzúas en la mano, había con mucho esfuerzo, forzado la puerta. Merlín le felicitó también y lo hizo pasar con él y Felicity al área en dónde se encontraban.

Así uno a uno fueron escapando los demás cadetes, algunos tardando más que otros. Merlín anotaba los datos en la Ipad y los hacía pasar al área segura. Al final sólo faltaron dos habitaciones por abrirse, pasaban los minutos, pero no ocurría nada. Al final, Merlín tuvo que pulsar algunos botones del panel. El agua en esas habitaciones fue drenada y las puertas se abrieron. La pared de cristal volvió a subir al techo de modo que Merlín y los cadetes pudieron pasar al resto del pasillo.

Ya con el acceso libre, Merlín revisó a los cadetes restantes. Una chica salía, tosiendo, agotada, pero en pie; en la otra habitación un chico yacía desmayado. Merlín entró y le revisó, pasando a darle resucitación de inmediato y consiguiendo reanimarlo después de unos minutos. Todos los demás cadetes miraban desde la puerta, sintiéndose aliviados al verlo bien.

-De acuerdo, todos, buen trabajo. Tabitha, Walter.-Dijo, dirigiéndose a los últimos dos.-No clasificaron, están fuera. Recojan sus cosas y dirijanse al transportador de la sastrería.- Ambos chicos, desanimados, se pusieron de pie y obedecieron la orden.

Merlín miró a los restantes.-Felicidades, ustedes han pasado a la siguiente prueba. Tienen veinte minutos para alistarse. Sus habitaciones ya están secas, encontraran en sus camas un uniforme de camuflaje. Cuando estén listos veánme en el jardín de la mansión.-Tras decir esto, el hombre se alejó.

Cuando todos los cadetes estuvieron listos, Merlín y otro hombre los esperaban en el jardín. El sol aún no se veía en el cielo, debían ser las cinco y media de la madrugada. El hombre les hizo formar una línea frente a él.

-Bien, quiero presentarles al agente Kay.- el hombre, alto, rubio y de complexión media, saludó cortésmente a los jóvenes. Una de las chicas quiso saludarle de manera más afectuosa, pero Kay no respondió; era obvio que esa era su candidata, pero el agente la trataba como a los demás.-Iniciaremos el siguiente ejercicio. Tengo aquí una mochila para cada uno con lo necesario para la supervivencia en campo hostil. Kay los guiará e instruirá.-

Les fueron entregadas las mochilas a cada uno. Al terminar, Kay los agrupó, llevándolos al campo e iniciando la instrucción.

La lección constituyó de marchas por terrenos de toda especie. Áridos, rocosos, pantanosos, montañosos, con gran vegetación; Kay les enseñó a buscar agua y purificarla, cazar si era necesario, preparar provisiones, salvar obstáculos, montar campamentos y toda clase de formas de supervivencia.

Tras varios días de instrucción se les hizo una prueba. Se dejó a los cadetes a varios kilómetros de la mansión con lo suficiente para sobrevivir unos días con la misión de regresar a la base antes de las 24 horas del tercer día a partir del principio de la prueba, y con la premisa de que el último en llegar quedaría fuera.

El grupo empezó la marcha enfrentando muchos obstáculos pus el terreno es extenso y diverso. Todos han debido pelear por sobrevivir, pero ahora que están a poco de llegar a la base, la cadete que saludó al agente Kay cayó en un área pantanosa dónde a cada movimiento más se hundía.

Faltan 20 minutos para qu se cumpla el plazo para llegar. Algunos dicen de irse, otros optan por echarle una cuerda para qu se sotenga e irse y otros por salvarla aunque los demás quieren irse por que queda poco tiempo.

Me sentía completamente agotada cuando salí de la habitación, allí estaba Merlín, tenía un aparato en las manos. Parecía un poco divertido aunque yo quería gritarle que había hecho. Me felicito y yo no pude evitar verlo intrigada ¿Un récord? ¿Yo? Era una completa locura, lo que había hecho, lo había hecho solo para sobrevivir no por ser una excelente espia. Me habló de Harry y sonreí -Bueno Harry no tuvo el mejor maestro cómo yo- Dije casi riendo un poco más aliviada, pues me refería a él. Respire profundo cuando me dijo que los demás candidatos aún hacían su prueba. Honestamente me preocupaba un poco la estabilidad de las otras personas, pero quise mostrarme un poco más fría, por lo menos por ahora.

Me sentí aún más nerviosa cuando vi el cristal, si pasaba algo no podría ayudar, pero quise mantenerme tranquila, ellos debían estar preparados en caso de que alguien no lograra salir. Cuando vi a un muchacho salir me sentí un poco más tranquila, poco a poco empezaron a salir y yo sentí que el alma volvía a mí cuerpo. Bueno casi toda, porqué cuando Merlín tuvo que hacerle reanimación a un muchacho, pensé que de había pasado se la raya. Quería insultar por unos segundos pero cuando comenzó a respirar me sentí en paz otra vez. Estaba a punto de irme cuando le dijo a los dos muchachos que había salido a último qué ya no podían quedarse. Sabía que eso era así, era una asquerosa competencia, pero yo jamás había sido buena para las competencia, bueno a excepción de algún torneo online, pero era diferente.

Solo quería dormir un poco pero en cambio se nos ordenó ponernos un uniforme y así lo hice. Me sentía extraña en un uniforme pero supuse que por ahora era lo que me tocaba llevar puesto. No tardé mucho en vestirme y fui a lugar dónde habíamos sido citados. Respiraba profundo e intentaba mantenerme en calma, yo jamás funcionaria para el ejército, o eso es lo que había pensado hasta ese momento, después se todo yo estaba recibiendo un entrenamiento militar.

Merlín estaba allí y nos presentó a otro entrenador, pude notar que una chica le sonrió, supongo que yo haría lo mismo si fuera Harry. Mire a hombre rubio y escuche cada cosa que él tenía que decir, había aprendido que hasta la más mínima palabra era importante. Si hubiera sabido interpretar él “buena suerte de Harry” había entendido qué me esperaba una prueba. Nos entregaron una mochila y me la coloque inmediatamente y seguí a mi nuevo instructor al campo. No podía decir que supiera cuánto tiempo nos estuvo instruyendo, pero estaba cansada.

Aquel entrenamientos nos llevó un par de días, y aunque Ollie me había enseñado a sobrevivir, jamás lo hice resaltar, a veces y como siempre me había gustado, era mejor pasar por alguien que no sabía lo que hacía. Así jamás tenía que cargar con las expectativas de nadie y nadie me tenía en la mira. Una mañana nos dejaron en una zona inhóspita, con la premisa de llegar antes del tercer día. Me mantuve con un perfil bajo casi toda la misión, había podido sobrevivir se plantas naturales y aunque en el trayecto me había hecho algunos raspones yo me encontraba verdaderamente bien.

Realmente creí que iba a lograrlo cuando note que la muchacha se la sonrisa había quedado atrapada en algo que parecía arena movediza, la mayoría estaba dispuesto a dejarla allí, le largaron una soga, quizás para no sentirse culpables si la chica moría allí. Supongo que era importante seguir las órdenes, pero yo ya había esperado que esto pasara. Yo no servía para la competencia, yo prefería trabajar en grupo. Me moví hasta la chica y le dije -Calma, mi nombre es Felicity- Me quité la mochila y le dije -Voy sacarte de allí, pero necesito que te quedes quieta hasta que vea la manera de hacerlo- La chica se veía asustada, pero pareció aliviada qué alguien quisiera quedarse con ella.

Tome la cuerda que le había lanzado y le indique qué de la colocara en la cintura -Cuando yo tire de la cuerda tu haras fuerza para salir- Le dije tomando la cuerda -Pero si yo aflojo, debes quedarte muy quieta ¿Si? Vamos a salir de está- Jamás pensé que extrañaría estar detrás de un ordenador, pero en ese momento lo hacía. Enrosque mí mano derecha en la soga y apoye mi pie en el tronco de un árbol -¿Lista?- Le dije y cuando vi que asintió con la cabeza dije -Ya- Comenzamos hace fuerza y apenas parecía moverse. Podía sentir cómo la cuerda lastimaba mis manos, pero no iba a dejarla allí. Me sentía triste por decepcionar a Harry, pero yo no podía dejar a nadie allí sola en la noche.

Mí fuerza cedió y ella dejó de moverse, yo respiraba agitada y las manos me dolían , pero aún así volví a envolver mi mano -Otra vez- Grité y volvimos a hacer fuerza. Nos llevó unos cuatro intentos más y cuando estuvo lo suficiente cerca de mí, la saqué con los brazos. Ahí estábamos, dos reclutas que definitivamente habíamos quedado fuera, respirando con dificultad y a mí me sangraban las manos. Le di un minuto para levantarse, ella quiso seguir descansando, pues ella sabía cómo yo que estábamos fuera -Pero… Vamos a llegar- Le dije con convencimiento, entonces la ayude a levantarse del suelo y seguimos rumbo a la mansión. En el camino me limpie las manos e improvise un vendaje. Quizás cuando vuelva a casa pueda tratarlas correctamente.

Era obvio que fuimos las últimas en llegar pero no me importo. Mire a la chica, lo qué le pasó a ella podría haberle pasado a cualquiera e incluso a mí y no me hubiera gustado quedarme ahí sola en la noche, porque allí ella no hubiera podido salir. Las demás reclutas nos miraron llegar, algunos con vergüenza y otros con cara de victoria por habernos dejado afuera, pero yo los mire con asco. Si esa era la clase de persona que estaban dentro de la agencia, me alegraba la idea se no perteneces allí. Sabia qué alguien nos esperaría, así que simplemente me prepare para qué me dijeran que debía marcharme. Era la primera vez en mucho tiempo que me sentía bien conmigo misma, había hecho lo que creí correcto y no me importaba las consecuencia, no había escuchado esa vocesilla en mi cerebro que siempre me dice lo contrario a lo que hago. A pesar de todo estaba tranquila.

Merlín permaneció en el punto acordado, en el jardín de la mansión de la organización. Poco a poco y antes de que el plazo se cumpliera comenzaron a llegar los primeros cadetes; sin dar la más mínima señal de emoción en su rostro, el hombre empezó con sus anotaciones.

Siguió así, recibiendo a todos hasta que llegaron las últimas, la cadete Felicity, candidata de Galahad y la cadete Sharpay, candidata de Kay. Ambas venían llenas de barro, una de ellas incluso parecía lastimada y la otra sangraba de las manos. Los demás las miraban con distintas emociones reflejadas en el rostro; algunos vanagloriándose por haber llegado antes que ellas, otros bajaban la mirada con vergüenza. Merlín no perdió nada de esto.

-Bien hecho, chicos, todos están vivos y eso ya es ganancia, por ese lado, lo lograron, buen trabajo.-Los cadetes, en especial los primeros en haber llegado, sonreían y se miraban entre sí, felices.-No celebren tan rápido.-Advirtió Merlín, aún con su Ipad en la mano.-Simon, Ruth, Justin y Franz están fuera.-Los cuatro mencionados, que de hecho fueron los cuatro primeros en llegar, se miraron entre ellos, confundidos, y miraron luego a Merlín, protestando.-Todo el tiempo fueron observados y escuchados, en su equipo había un sistema de rastreo y vigilancia; iban bien hasta el incidente del pantano. Un Agente debe saber, sin necesidad de que se le diga, que debe trabajar en equipo; habrán misiones en las que deberán participar con otros compañeros y no podemos permitirnos el lujo de tener en la organización personas que vean por el bienestar personal antes que el del resto del equipo o el de la misión. Ustedes prefirieron seguir y dejar atrás a Sharpay, desde el momento en que siguieron adelante y la dejaron sola quedaron fuera. Recojan sus cosas y abandonen el edificio.-

Los cuatro chicos caminaron, furiosos, hacia la mansión para recoger sus pertenencias. Merlín, sin darles importancia, continúo.-Rosco, Pamela, Jordan y Moisés, sólo se quedan por que tuvieron cierto grado de conciencia al dejar la cuerda, pero están bajo observación y tienen una advertencia; recuerden, la calidad humana va por encima de todo y sobre todo si esta compete a un compañero. Felicity, felicidades, actuaste como era debido, antepusiste a tu compañera por encima de tu propio bienestar y aunque no lo crean, llegaron unos segundos antes de que diera la hora, por lo que tú y Sharpay siguen adentro, en hora buena; Harry estará muy orgulloso.-Le dijo a la chica, con una sonrisa.

-Pueden volver a sus habitaciones, tienen el día de mañana de descanso; Felicity y Sharpay, pasen primero a la enfermería. La siguiente lección iniciará pasado mañana, simulador de vuelo señores, así que prepárense.-


Llegaba de una misión recién terminada al tiempo que cuatro jóvenes se dirigían al transportador que les llevaría a la sastrería. No les presté atención, pero los miré disimuladamente, sintiéndome orgulloso de ver que Felicity no iba entre ellos.

De pronto recibí un mensaje de Merlín, diciéndome que mi candidata iba a la enfermería. Me alarmé y tras agradecer el aviso, me dirigí al lugar al tiempo que Merlín me ponía al tanto de lo ocurrido.

Cuando la vi entrar no pude evitar sonreír. Me acerqué a ella y puse mis manos en sus hombros.-Has llegado hasta aquí, felicidades.-Le dije con orgullo, luego la llevé hasta uno de los médicos mientras que otro se hacía cargo de la otra chica.

Al parecer habíamos llegado tardé y yo solo quería sentarme, pero allí estaba Merlín con su rostro inmutado, no mostraba ninguna señal y yo simplemente lo entendí, qué tenía qué analizar lo qué hacía. Dios, deseaba un vaso de agua y una cama. Si me iba a casa a menos tendría mí cama para descansar, supongo que era mejor tratar se ver el lado positivo qué pensar en él rostro se Harry, él había depositado su confianza en mí y estaba casi seguro que yo lo lograría, pero a parecer lo mío no era ser egoísta y no había podido serlo nunca. La voz se Merlín sonó y yo le dedique una sonrisa cansada, era verdad, a menos estábamos todos vivos.

Los cadetes qué había dejado a la chica parecieron festejar y no pude evitar qué él asco se me reflejara en él rostro ¿Cómo podían ser tal miserables? Claro qué todos mis pensamientos de cortaron cuando Merlín hablo ¿Qué estaba pasando? No podía entender nada, quizás era cansancio, solo quería sentarme en él suelo. Pero no lo hice me mantuve se pie. ¿Observados? ¿Ellos había visto todo? Lo qué dijo a continuación me dejo helada. Mire a la chica qué aún estaba a mí lado, en su rostro también se podía ver reflejado él asombro. Él hombre les dijo que había dejado detrás a Sharpay, con qué así de llamaba la chica qué había ayudado, solo esperaba qué si algún día necesitaba ayuda, ella hiciera lo mismo.

No podía quitar mí cara se sorpresa cuando los dejo fuera, los mire pero no con una sonrisa burlona, no podía creer que dejaran ir a personas tal capacitadas, seamos honesto, yo no tenía ni la mitad se la fuerza qué ellos había tenido. Merlín le hablo a los demás muchachos, les dijo qué de quedaron solo por haber intentado ayudar a la chica se alguna manera, pero qué los observaría. Me mire las manos, realmente me ardían, necesitaría desinfectante y un unas vendas limpias. Me había distraído mirando mis manos cuando sentí mí nombre ¡Felicity presta atención! Ahí estaba mí mente otra vez gritándome. Mire a Merlín y él me felicito por la manera en la que había actuado, quise sonreír pero no podía creer qué no me pidiera qué me fuera, me había mentalizado para eso y ahora… Bueno a parecer no me iría.

Pero cuando dijo qué Harry estaría orgulloso sonreí, me gustaba la idea es hacer sentir a Harry orgulloso, no estaba segura muy bien porqué. Ósea él era importante para mí, pero aún no sabía sé qué manera era importante para mí. Creo qué sonreí aún más cuando dijo que tendríamos él día libre. Solo quería dormir, pero era mejor pasarme por la enfermería antes..

Prácticamente me arrastre a la enfermería pero a abrir la puerta vi a Harry y le sonreí, quería abrazarlo y contarle todo, pero seguramente él ya lo sabía, escuche lo qué me decía y dice -¿Con qué “Buena suerte” eh?- Le dije a respecto sé qué inundaron mí cuarto. Él me llevó con un médico qué me quito él vendaje se las manos y comenzó a limpiar mí herida, no era algo profundo, de había hecho una quemadura y luego rasguños. Trate se no quejarme cuando me limitaron y yo mire a Harry - Supongo que ya te dijeron lo qué pasó, estaba segura qué me tendría que ir está noche- Le dije mientras hacía una mueca se dolor -¿Sabes? Lo único que me preocupaba se irme por lo que hice era desilusionarte- Sentí qué mis mejillas tomaban color, le había dicho eso sin más y sabía qué él no solía demostrar sus sentimientos y qué probablemente él hiciera cómo qué no lo hubiera dicho.

Cuando me vendaron y me dieron unas pastillas para evitar la infección fuimos hasta mí cuarto, hablamos sé cómo había estado las cosas y yo le conté qué aún me sentía extraña, aún tenía miedo se no per tener allí, jamás me había imaginado cómo alguien hábil para esas cosas, pero se alguna manera él siempre lograba darme apoyo.

No pude evitar esbozar una pequeña sonrisa ante su sarcástico "buena suerte".-Lo siento, no podía decirte nada, me está prohibido advertirte como serán las lecciones y pruebas.-La llevé con uno de los doctores que de inmediato comenzó a atenderla. Me preocupó sobremanera ver las heridas en sus manos, pero procuré relajarme, eso era lo mínimo que podía pasarle estando en la organización y debía dar gracias por que sólo fuera aquello y no algo letal.

Dijo aquello sobre su prueba reciente y que temía que tendría que irse, pero Merlín me había dicho el esplendido desempeño que había tenido, había sido la mejor del grupo; imposible dejarla ir con tal trabajo. Cuando dijo lo último y noté su sonrojo, no pude evitar que la sonrisa en mis labios se expandiera muy en contra de mi control. Era raro, pero con ella realmente me costaba ser el perfecto y austero caballero inglés de siempre, ella lograba conmoverme mucho.

Terminaron de curarla y le dieron los medicamentos necesarios para evitar la infección. Salimos de la enfermería y la acompañé a su habitación. Mientras ándabamos me contaba sobre como se sentía, lo ajena que parecía ser a todo aquel mundo de espionaje , pero era normal, era su primer contacto con ello y no podía esperar sentirse de otra forma.

-Te entiendo, es algo nuevo para ti, es comprensible; pero lo estás haciendo muy bien, Felicity, sabes como actuar por instinto, por lo que no debes cambiar absolutamente nada. Te he dicho que eres material para Kingsman y sé porqué te lo digo, sólo debes seguir así, mantenerte así y verás que conseguirás llegar al final. Y una cosa sí puedo asegurarte; hagas lo que hagas, jamás lograrás desilusionarme.-

Me sentí algo abrumado con la emoción, lo cual era difícil de manejar para mí. Desvié la mirada unos segundos y luego la vi de nuevo.-Planeaba invitarte a comer mañana, dar un paseo para que te relajaras un poco, pero, bueno, recuerdo como es la prueba de supervivencia y lo extenuado que se termina, así que supongo que querrás aprovechar y dormir todo el día.-

¿Harry había sonreído? no pude evitar sonreír devolviéndole el gesto. No lo culpaba por no decirme, se hecho tenía lógica, pero me había gustado ese momento de complicidad que habíamos logrado. No dijimos nada más mientras los doctores me curaban las manos y luego se eso él me escuchó cuando hablamos camino a mí cuarto. Sabía que él sería comprensivo, yo siempre había sido el cerebro detrás de las operaciones se Olivier, pero la idea de ser yo quien saliera a campo me resultaban tan extrañas e increibles. Era como si le estuviera pasando a otra persona y no a mí.

Cuando llegamos a la puerta de mi habitación él me habló y yo lo escuche con cuidado, sus palabras eran importantes para mí y últimamente lo eran más que antes. No pude evitar sonreír cuando dijo que era material para ser un Kingsman,aunque una parte de mí se preguntaba si algún día podría actuar fría como él lo hacía a veces. Yo era de las chicas que de sonrojaba y qué esconden la mirada. No podía ser una mujer sensual o muy segura de mí. Bueno no lo había sido hasta hacía algún tiempo, tenía que confesar que ciertas cosas que me había pasado, comenzaban a hacerse más dura.

Salí de mis propios pensamientos cuando dijo que no había manera que yo lo decepcionará. Una sonrisa amplia de dibujo en mi rostro -Gracias Harry, siempre sabes cómo darse ánimos- Le dije con total tranquilidad, pero noté cómo sus ojos se desviaban y sonreí, en eso si era experta, yo sabía leer a las personas, había tenido que aprenderlo con Oliver primero y luego con las demás persona. Me limité a silencio unos segundo, pues quería darle un poco de espacio.  Él cambió el tema y yo le sonreí -En realidad prefiero salir de aquí, ya sabes si me quedo quizás tenga una sorpresa a mitad de la noche y no pueda descansa- Le dije como broma -A demás me vendría bien estar con un amigo- Me acerque a él y le di un beso en la mejilla, antes de irme a la cama.

Su respuesta realmente me tomó por sorpresa, pues estaba seguro de que desearía descansar como era debido, pero eso denotaba que se había vuelto fuerte y cada día esa fortaleza se incrementaba, lo cual me hacía sentir aún más orgulloso de ella. Fue cuando de repente sentí aquel beso en la mejilla que hizo que, ¡Oh, dios mío! Me subieran los colores al rostro. Desvié la mirada un poco apenado, con la sonrisa aún más notoria en los labios aún en contra de mi voluntad. Justo en ese momento vi a lo lejos a Merlín, que pasaba por el pasillo, según él, absorto en sus notas, pero en sus labios estaba también una sonrisa que delataba el que había sido testigo de todo eso, en pocas palabras, me estaría molestando con ello por meses.

-De acuerdo.-Repliqué, tratando de mentener la compostura de nuevo.-Entonces pasaré por ti mañana temprano, ¿de acuerdo? Buenas noches.- Después de despedirme me retiré, teniendo que pasar junto a Merlín cuando iba a tomar el vehículo de vuelta a la sastrería. Este ya se estaba riendo suavemente cuando le miré fijamente.-No te rías.-Sentencié suavemente, pero mi buen amigo sólo incrementó su risa, dejándome oír algo así como un "¡Por fin te están ablandando".


Al día siguiente llegué temprano a la base, mandé un mensaje a Felicity y esperé en la entrada de la misma a que llegara. Cuando la vi aparecer le sonreí moderadamente, como siempre.-Buenos días, ¿lista para salir? Podemos comenzar tomando el desayuno en el centro, hay un excelente restaurante que podría agradarte.-

Esa tenía que ser mi imaginacion ¿Harry se había puesto colorado? Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios a verlo así. No dije nada, me pareció lo más correcto, solo espere a que él me hablara. Dijo qué me recogerá temprano y yo asenti con la cabeza -Buenas noches- Le dije me meti a mi cuarto. Dios seguía odiando ese lugar, pero a menos esta vez la cama parecía muy apetecible. Antes que nada me di un baño y maldije más se una vez cuando él agua caliente caía en mis manos. Esas heridas iban a molestarme por un tiempo. Cuando salí de la ducha me senté frente a mí ordenado, yo aún era SID y no iba a dejarse ayudar aunque me volviera un Kingman. No fue mucho lo que me tardé y en cuanto llegue a la cama todo desapareció. Caí profundamente dormida.

Estaba en un lugar oscuro y podía ver la figura de Finn mirarme desde lejo, pero sus ojos eran diferente a lo que estaba acostumbrada, su mirada era dura y vacía. Se golpe él estaba a mi lado y me tomaba del rostro, me llama insecto y me golpeaba contra una pared. Entonces una música comenzó a sonar y yo me levanté de mi cama preocupada, otra  vez ese maldito sueño, me tapé el rostro con las manos intentando que mi corazón se calme. Lo cual me llevó varios minutos, pero al final lo logré. Me levanté y me lave el rostro, queriendo convencerme que solo era un sueño recurrente.

Me vestí con uno de mis vestidos más clásicos, unos guantes que ocultaban mis heridas, además me daban algo de categoría, para ser honesta. Y me puse mis tacones, había que admitir, yo tenía más habilidad  con mis tacones puestos que con los borcegos de combate. Salí de mi cuarto temprano y mientras me dirigía a la salida me cruce con Merlín a quien salude con una sonrisa, una que él devolvió. Quizás le parecía gracioso que en ese momento tuviera la imagen se una barbie, cuando él día anterior me había visto con uniforme se combate, con las manos ensangrentadas y llena de barro.

En cuanto llegue a la puerta lo vi. Le devolvi la sonrisa con alegría y dije -Buen día Harry- Entonces me acerque a él, lo tome del brazo y dije -Claro suena interesante, además cualquier lugar está bien para mí- La verdad es que luego se mi pesadilla y se lo del día anterior solo quería distraerme un rato, antes que una nueva prueba apareciera en el camino.

La vi aparecer y logré mantenerme tan ecuánime como siempre en lugar de soltar la sonrisa que empezaba a producirse en mi rostro. En verdad no lograba comprenderme, y me daba gusto que Merlín no estuviese ahí porque de seguro empezaría a molestarme como seguro haría en cuanto tuviese oportunidad. Me incliné levemente ante su saludo a modo de reverencia.-Buen día, Felicity. Te ves radiante.-Me tomó del brazo y así ambos nos dirigimos al transporte, tomando asiento y dirigiéndonos bajo tierra en camino a la sastrería.

No tardamos en llegar al lugar, subir por la plataforma al probador que era la entrada secreta y luego salir de ahí, aún tomados del brazo. Louis, el recepcionista, nos saludó como era debido y fue correspondido. Al salir, el auto ya nos esperaba, conduciéndonos al restaurante que le había mencionado a Felicity.

No tardamos en llegar al lugar, un agradable y elegante restaurante de decorado clásico, con brocados en las claras paredes, puertas de madera y grandes ventanales, mesitas con fina mantelería, sillas elegantes y hermosa vajilla. Pedimos el desayuno y lo tomamos mientras conversábamos amenamente de cualquier tema, entre su alegre risa y sus agudas observaciones correspondidas por algunas de las mías.

Tras terminar el desayuno continuamos la sobremesa con el té servido en un delicado juego de porcelana. Tras dejarnos un plato con pastas y poder dedicarnos a degustarlo, miré a Felicity.

-Bien, Felicity, no quise preguntarte nada durante el desayuno ya que es el primer alimento del día y se debe tomar lo más relajadamente posible, pero ahora que nos hallamos con él té, el cual es el acompañamiento perfecto para tocar todo tipo de temas, me gustaría saber; hay algo que te está molestando. Lo sé, te conozco y puedo ver que no pasaste una buena noche y eso que estabas agotada; así que me gustaría saber, ¿te ocurre algo malo? ¿algo que te preocupe? Y no me digas que es por el entrenamiento o algo relacionado a la organización ya que una alumna que va a la cabeza de su grupo normalmente no puede sentirse angustiada por algo que tenga que ver con ello, tiene que ser algo más.-Di un sorbo al té y seguí mirándola.-¿Qué es lo que te ocurre?-

Harry me hacía sentir bien, era como si pudiera confiar en él cualquier cosa. Aunque ya había confiado casi todo en él., había cosas que aún me costaba hablar, por ejemplo aquello de mí sueño que me tenía preocupada, ya había tenido que confesar que mi progenitor era un criminal, pero ¿Cómo iba a confesarle que estaba profundamente enamorada de un miembro del régimen? Porque el tema se ser asesinó, bueno eso es un tema más discutible.

Me acerque a Harry y le sonreí -Gracias- Dije con una sonrisa tímida. Creo que jamás me acostumbre a recibir elogios.Lo tome del brazo y fuimos a transporte. Hablamos de varias cosas y cuando estuvo en la calle él me mostró parte de la ciudad y fuimos a desayunar. Todo había pasado tranquilo mientras hablábamos de cosas más tranquilas. Aquello me había servido para distraer la mente.

Tomamos un té cuando Harry me miró, había aprendido a ver sus cambios en las miradas. Él quería decirme algo. Él dijo que había algo más qué me molestaba ¿Cómo lo había notado? Me quedé en silencio mientras él hablaba. Respire profundo -Yo he tenido un par de pesadillas- Dije intentando no darle importancia lo que estaba diciendo . Respire profundo y dije -Harry yo me enamore de alguien complicado- Me acomode un poco los lentes -Y no es un hombre que se podría clasificar como bueno- No iba a preguntarme por qué le contaba, Harry se había vuelto algo así como mi confidente.

-Es más todo el mundo diría que él es malo- Le dije sin querer entrar mucho en el tema -Pero yo de que él puede tener mucha luz dentro- Suspire y dije -Él caso es que él ha cambiado Harry y me preocupa, porque no hay nada que yo pueda hacer por él- Dije mientras sentía que mis ojos se llenaban de lágrimas -Es por eso que no he hablado de eso, porque no hay nada que hacer, solo esperar-

Se notaba que le costaba hablarme de lo que le ocurría, pero poco a poco comenzaba a abrirse. Puse toda mi atención a sus palabras dispuesto a ayudarle en lo que fuera. Cuando dijo aquello de "enamorada de alguien complicado" continué aún más atento, cuando dijo que no era un hombre bueno, me preocupó.

Conforme hablaba, los ojos de Felicity se llenaban de lágrimas, cosa que no me agradó en lo absoluto; extrañamente, no me gustaba verla triste y menos me gustaba la idea de que alguien la hiciera llorar; por un momento sentí deseos de ir hasta dónde aquel hombre y hablarle, por decirlo de algún modo civilizado, para aclararle que Felicity no estaba sola y que cualquier cosa que hiciera él y que tuviese como resultado el dañarla de alguna manera, tendría como consecuencia una visita menos grata y civilizada de mi parte hacia su persona.

Cuando mencionó lo último, respiré profundamente. Entendía totalmente su punto y en base a ello procuré controlar mis emociones asesinas contra el sujeto que la hacía llorar y tratar de ser razonable para ayudarla. Tomé la taza de té y di un sorbo para acabar de poner mis ideas en orden y tras eso por fin pude hablar.

-Bien, Felicity, no conozco a ese hombre, por lo tanto no puedo decir si es o no de fiar como dices; pero lo que sí percibo es que tú sinceramente le amas y que te preocupas por él.-

Guardé silencio unos segundos y seguí.-Por lo que me dices, al parecer ese cambio... para mal, está fuera de su control o es así como lo percibo y por ende te preocupa no sólo perderlo, sino que termine lastimado o herido por sí mismo o terceros. No sé realmente cual pueda ser la causa de ese cambio, es más, me encantaría que, si pudieses, lo compartieras conmigo para poder buscar la forma de ayudarte; pero lo que sí te puedo decir es que sí hay mucho que puedes hacer por él aunque no lo veas por ahora.-

-Dices que no puedes hacer nada por él, pero, no lo veo así. Lo conoces, lo amas y confías en él y tú eres una de las mujeres más inteligentes, sabias y capaces que he conocido en mi vida, por lo tanto sé que no darías tu corazón a cualquier cretino, si él se ha ganado tu amor es por algo, es porque él realmente lo vale y si no es tonto debe estar consciente de eso; así que lo que puedes hacer por él es justamente eso, amarlo, estar presente para él, ser su roca y su punto de apoyo, su faro por decirlo de algún modo. Lo que puedes hacer por él es estar ahí para él y además buscar la forma de ayudarlo de manera externa; sea cual sea su problema, debe tener solución y sé que tú podrás encontrarla; y desde ahora te digo que cuentas con mi apoyo en cualquier situación para ayudarle.-

Le sonreí levemente.-No pierdas la esperanza, Felicity, no hay nada en este mundo que no tenga solución y toda solución puede encontrarse si se cuenta con apoyo.-

Harry guardó silencio mientras yo le contaba se Finnegan. Había pensado que con él tiempo que llevaba sin verlo él dolor de había apaciguado un poco, pero la verdad era que seguía doliendo como el primer día y aunque yo siempre había sido sentimental y un poco llorona, esta vez no iba a llorar, no porque creyera que estaba mal llorar por eso, sino porque ya lo había hecho antes, muchas veces y solo había logrado que me ardieran los ojos. La primera frase se Harry me hizo sonreír -¿Tanto se me nota?- Le dije un poco timida. Sabía qué tenía que aprender a controlar mis emociones si quería ser un Kingsman pero no lo veía necesario enfrente de él.

Él era un hombre bastante perceptivo, así que no había hecho mucha falta qué le contara todo para que entendiera qué es lo que me sucedía -No temo perderlo- Dije con más seguridad, pues no dudaba de él amor que me tenía Finn o incluso él qué sabía qué me tenía Evolved Wizard,pero si era verdad que temía por lo demás y hasta dónde podía llegar aquella locura por obtener más poder del que podía controlar. Guarde silencio mientras escuchaba lo que decía Harry, pues tenía muchas cosas en la cabeza.

Sonreí cuando decía que era una mujer inteligente -Harry él siempre dijo que no me merecía- De verdad ¿Por Qué le estaba contando esto a él? La verdad no importaba, él se había vuelto alguien importante para mí -Él es un hechicero- Le dije con tranquilidad -Sé qué estaría a mí lado si lo necesitara Harry, pero creeme si si necesitara frenarlo, Strange me dio un amuleto- Bueno definitivamente había hablado de más, pues yo jamás le había dicho a Harry a qué otros miembros de la Insurgencia conocía .

Estire mi mano hacía mí mento y dije -Gracias Harry- con una suave sonrisa. Pues aunque no hubiera contado todo, me aliviaba saber que podía contar con él se cualquier manera posible. Ahora más que nunca estaba dispuesta a dar mi mejor esfuerzo. Le sonreí pícara y dije -Ahora. Cuentame eso de ir a la cabez a del grupo- Si bueno al parecer en nuestra última prueba yo había hecho lo correcto aunque llegue a final, pero imaginaba que nos clasificaba, incluso cuando comíamos, supongo que tenían que ver muchos aspecto se nosotros, no solo la parte física.

La mención de que ese hombre era un hechicero sí que me hizo arquear una ceja, sin embargo me mantuve incólume. Lo que me tranquilizó también fue escuchar que había tenido contacto con Stephen Strange, a quien teníamos bien investigado, de quien sabíamos todo y conocía yo por ende su estatus como "Hechicero supremo"; si bien antaño hubiese pensado que esas cosas no existían, cuando entré a Kingsman me di cuenta de que el mundo iba más allá de lo que conocía y que sí habían seres con dones tan extraordinarios como esos, por lo que saber que se contaba con él de nuestro lado me daba un poco más de tranquilidad sobre el tema.

Le tomé la mano y se la aferré con suavidad, sonriendo levemente. Noté su cambio de humor y mi sonrisa se amplió otro poco ante sus palabras. -Bueno, es obvio que no debería decir mucho o Merlín me mataría... o al menos lo intentaría, pero sí, hasta ahora eres quien va a la cabeza del grupo y eso tiene mucho peso. Los chicos con los que compartes la clase son todos de la más alta élite social y cultural, elegidos de entre los mejores egresados de las más grandes instituciones, el que los hayas derrotado hasta ahora habla muy bien de ti.-

-Y como te has dado cuenta, ser un Kingsman no sólo depende de tu intelecto o desempeño físico, sino también de tu moralidad... en lo que cabe.-Murmuré, pues si a moralidad íbamos, Merlín de seguro me echaría en cara mis grandes cantidades de muertos y contando.-Pero sobre todo de lealtad y trabajo en equipo; has destacado en todo eso y por lo tanto ahora vas como la mejor del grupo.-

-Sé que en adelante te irá aun mejor; se pondrán más difíciles las pruebas, pero no será nada que no puedas manejar. ¿Cómo te has sentido en la academia, por cierto?-

Estaba claro que Harry no era un hombre se esos que de impresionaba fácilmente, pero pude notar cómo levantaba una ceja cuando le mencione que el hombre a quien yo quería era un hechicero. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, pues la verdad era que yo tampoco lo hubiera creído si me lo decían un tiempo antes. De  hecho nada se lo que Finnegan representaba sería muy lógico, pues él era lo opuesto a lo que toda mí vida había buscado en un hombre. Me limité a quedarme callada, pues mi mente había comenzado a divagar, siempre tendía hacer eso cuando él tema era Finnegan.

Me tomo fuerte de la mano y yo me sentí más cercana a él, como si él se ganara el lugar se padre que jamás había tenido, había decidido cambiar el tema y sonreí al escuchar las palabras se Harry -Bueno, yo no soy una chica rica, ni fui a la mejor universidad, pero creo que ellos no tuvieron las ventajas que yo si- Y no solo me referia a que él me había entrenado, sino también a qué había aprendido a pensar bajo presión desde que había comenzado a trabajar con Oliver.

Suspiré casi nostálgica a pensar en Oliver ¿Cómo estaría él? Pero en ese mismo momento volví a tema de conversación y sonreí -Imagine que iban a evaluarnos más allá de las pruebas que hagan- Dije de manera distraída, mientras Harry me hablaba. Por alguna extraña razón me había fijado en una mujer que estaba vestida de rojo tras el. Estaba sola hacía un rato y parecía estar arreglada para alguien, miraba su reloj a cada rato y parecía un poco nerviosa “ ¿Cómo te has sentido en la academia, por cierto?”Mire a Harry frente a sus palabras -¿Ah?- Dije un tanto perdido -La academia, bien, bien- Dije distraída mientras miraba a nuestro alrededor, tenía la sensación de que algo extraño estaba pasando.

¿Era solo yo la paranoica? Pero a pasar el camarero frente a ella, me dio la impresión se qué se miraban -Harry…- Dije con voz tranquila, pues yo no quería llamar la atención -¿Esto es una prueba?- Le pregunté mientras dejaba mi taza tranquilamente y miraba a mí alrededor.

Esbocé una media sonrisa al escuchar lo de las ventajas. Sabía que no se refería exclusivamente a mí, sino también a su pasado aun vigente, lo cual era algo que los demás chicos no poseían, de hecho, ningún Kingsman hasta ahora poseía tal ventaja.

Noté la extraña actividad en el restaurante; no sólo la gente que Felicity ya habría notado, a juzgar por su mirada y la expresión de su rostro; sino que también había algo en el ambiente y en el resto de la gente. Tomé la taza y di otro tranquilo sorbo de mi bebida, mientras la escuchaba. Cuando de repente la oí, hablando aun de manera algo vaga, distraída, pero interrogándome.

-No lo sé, dímelo tú.-Le respondí con total tranquilidad para luego dar otro sorbo a mi bebida sin inmutarme, como todo caballero que se digne, tomando el té de la mañana.

De repente la mujer de rojo sacó un dispositivo, un artilugio que parecía uno de sus accesorios de belleza, un lápiz labial según noté en el reflejo de la tetera de nuestra mesa; pero en lugar de sacar un espejo y comenzar a arreglarse más parecía apuntarme a mí al tiempo que el camarero, tras aquel intercambio de miradas, se preparaba, no muy lejos de ahí, arreglando lo que parecía un arma con silenciador por debajo de la servilleta que llevaba sobre el brazo.

La mujer de rojo, llevó su mano a la base del labial, presta a girarla, quizá esa era la forma de echar a andar aquel dispositivo que seguramente dispararía algo contra mi persona; el camarero esperaba a la distancia, listo a intervenir y concluir su misión si la mujer fallaba; yo por mi parte hice caso omiso y volví a dar un sorbo al té, el cual estaba sencillamente delicioso.